El bisnieto del fundador de la firma, Jack Heuer, diseñó en 1976 un cronógrafo para conmemorar el primer título de campeón del mundo de Niki Lauda con Ferrari.  Ese mismo año la inscripción MONZA apareció por primera vez dentro de la esfera de un reloj de la casa relojera suiza. En su momento el reloj tenía una caja con forma de cojín, era completamente negro y estaba equipado con pulsómetro, escala taquimétrica y, agujas y contadores rojos, que estaban inspirados en el mundo del automovilismo.

Este año Heur lanza la reedición de esta pieza, con dos funciones claves para el reloj: pluviómetro y escala taquimétrica. Al igual que el original, esta nueva pieza cuenta con una caja con forma de cojín en negro, las agujas de las horas y minutos sacadas en negro y blanco — es posible añadirles SuperLuminova™.

El marcatiempo está fabricado en titanio grado 5 (el antecesor era de aluminio), por lo que ahora es mucho más resistente y ligero. El diámetro aumento a 42 mm, que le da un aire mucho más viril. La correa es de piel de becerro negra, con detalles de volantes con tres radios, distintivos de aquella época.

El Heuer Monza tiene un calibre automático 17, con dos contadores cronógrafos a las 3 y 9 horas. Esta pieza será codiciada por los coleccionistas, ya que tiene pocas reediciones en la historia.

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