Filantropía y negocios, los dos motores de un buen empresario

La inquietud y la versatilidad combinadas con una mentalidad apasionada y emprendedora siempre es una buena combinación cuando se trata de emprender.

Así lo ha entendido Francisco Cabrera (“Fran”), quien ha participado en un sinfín de negocios, entre ellos iVoy, Urban Curls y Harris & Frank, que han tenido éxito en cada una de sus ramas por una sencilla razón: porque cada una de ellas ha sabido atender alguna necesidad específica.

“Creo que el secreto de un buen negocio consiste en ser sensible a las necesidades del mercado y encontrar la manera de atenderlas, como pasó hace 11 años con iVoy, que fue un fenómeno desde el nombre y que con el apoyo de los socios y la labor de Álvaro (CEO de la empresa) se convirtió en el gigante que es hoy. El otro ejemplo fue Urban Curls, que trabajo con mis socias Sharon y Rebeca, y que se dirige a un mercado que ha sido muy olvidado, el de la personas con cabello rizado, y busca mandar un mensaje de ser natural, feliz  y sentirse bien con lo que se tiene. Lo mismo pasó con la propuesta de Harris & Frank, que invita a vivir una experiencia distinta al vestir; como tienen las tendencias de la moda muy definidas y a la vanguardia, te llevan de la mano para poder vestirte casual y elegante al mismo tiempo, pero sin olvidar el estilo y la personalidad de cada cliente. Eso es escuchar a los clientes.”

Pero su entusiasmo no se queda en el ámbito empresarial, pues su interés por los problemas sociales y su compromiso con el país y la sociedad lo inspiraron a emprender acciones altruistas en varias asociaciones, entre ellas Casa de la Sal, una organización que brinda apoyo a quienes viven con VIH/SIDA y a sus familiares.

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“Si pudiera cambiar algo en el mundo sería poder detener la violencia y el abuso sexual hacia los niños. Trabajaría en educar a los adultos para evitarlo. Mi día a día trato de enfocarlo en este esfuerzo que hacemos en Casa de la Sal, donde eventualmente vamos logrando cambios de poquito a poquito, se trata de cambiar vidas. La gente que tiene el diagnóstico del VIH sufre mucho abuso verbal, bullying, discriminación, la malicia sexual de las que son víctimas estos niños es una verdadera tragedia.”

A final de cuentas, la unión de la filantropía y los negocios comprueba una de las frases que más se le vienen a la mente… “Las bendiciones siempre vienen con obligaciones”.