Después de ocho meses de que Jennifer Lawrence luciera por primera vez su deslumbrante anillo de compromiso, el matrimonio de la actriz con el galerista Cook Maroney se llevó a cabo en una lujosa y singular locación.
Y es que cuando uno piensa en organizar su boda, pueden pasar cientos de venues románticos por su mente, pero nunca un castillo embrujado. No obstante Jennifer Lawrence deseaba contraer nupcias en un lugar poco convencional y lo hizo en el Castillo de Belcourt en Newport, Rhode Island.
La propiedad está valuada en 70 millones de dólares y data del siglo XIX. En aquel entonces fue construido a petición del congresista Oliver Belmont, quien deseaba albergar sus colecciones de arte y mobiliario europeo, pero lo que el diplomático no sabía era que estaba edificando su casa sobre una tumba.
Video Recomendado
El castillo permaneció abandonado durante dos décadas, pero cuentan que cuando la familia Tinney la ocupó la actividad paranormal era tan elevada que contrataron una médium que encontró más de 15 entes en el recinto, entre ellas la esposa fallecida del dueño original.
Adicionalmente, la presencia paranormal fue confirmada por famosos programas televisivos como Ghoshunters.
Y más allá de los fantasmas que puedan habitar el complejo, lo cierto es que su estilo gótico-renacentista y su contenido no tranquiliza a los visitantes.
En sus más de 60 habitaciones pueden encontrarse galerías, objetos suntuosos como candelabros rusos, comedores imperiales, una biblioteca inglesa y artefactos provenientes de más de 30 países diferentes del Viejo Continente.
Toda esta tétrica ambientación no impidió que Jennifer Lawrence tuviera una boda con invitados del jet-set hollywoodense que incluyó a Emma Stone y el clan Kardashian. No se ha informado si recibieron algún susto.
El Castillo de Belcourt está abierto para turistas, si te atreves, no sólo puedes conocer el lugar donde J-Law se casó, también uno de los más embrujados de Estados Unidos.