Esta hermosa criatura flotante del astillero holandés Heesen proporciona comodidades a bordo, un aspecto seductor y amplitud interior. Esto sí que es vida.
Su aspecto es, francamente, tremendo: colosal y, al mismo tiempo, esbelto y ligero. Esta paradoja a la vista supone la primera aproximación a esta embarcación de Heesen, y lleva la firma de Frank Laupman, de Omega Architects. Para producir ese look limpio, Laupman aprovechó los ventanales del piso al techo que contribuyen también a generar dentro espacios iluminados que aprovechan la luz natural.
Eso, aunado a la silueta estilizada extendida en sus 55 m de largo, y los tonos claros que dominan sus interiores, producen la impresión de estar contemplando a una mujer alta, distinguida, que modela un fresco y atractivo atuendo propio de climas tropicales.
Los colores tenues, decíamos, dominan la parte interior de esta delicada y titánica belleza del astillero holandés. Con estructura de los arquitectos Francesco Paszkowski y Margherita Casprini, el diseño estuvo a cargo del despacho Be Design Associates; en conjunto, produjeron el alma de una criatura sofisticada y acogedora, que produce la sensación de estar en casa. Esto resulta especialmente útil si consideramos que el propietario del yate lo concibió para ser usado en temporadas largas.
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La personalización de Vida se reflejó también en una readaptación del plano original para construir una suite del dueño más amplia, que se encuentra en la parte delantera de la cubierta principal. Sus 80 m² están divididos entre vestidor, baño frontal, la habitación (donde hay dos vestidores más) y un pequeño estudio. Además, existen otras cinco suites (en la cubierta inferior), así que el yate puede albergar cómodamente a 12 huéspedes en total. Dos salones (uno superior, de ambiente más relajado, y el principal, más formal y con una cava para 42 botellas) diversifican y completan la oferta a bordo.
Una velocidad máxima de 16.4 nudos (y un alcance de 4,500 millas náuticas a una velocidad crucero de 13 nudos) confirma que la creación de Heesen es, además de bella y espaciosa, vigorosa. Incansable, hermosa e imponente. No se puede pedir mucho más.