Especialmente conocido por los aficionados al boxeo, por contener en su interior la arena en que se han dado cita los mejores pugilistas a nivel mundial, el MGM Grand de Las Vegas es un lujoso hotel que ofrece un hospedaje de altura a aquellos VIP que estén interesados en vivir el destino, por encima de todos, en cualquier momento.
Y es que en los últimos pisos de éste, uno de los hoteles más grandes y altos del destino, se ha desarrollado una serie de Skylofts que van de los 1,400 a los 6,000 pies cuadrados, de uno a tres dormitorios, con terrazas y vistas impresionantes de la llamada Ciudad del pecado.
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Categoría 5 Diamantes, estas espaciosas suites constituyen una de las experiencias más exclusivas de Las Vegas, a través de un servicio verdaderamente personalizado con mayordomo las 24 horas.
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Desde su llegada, los huéspedes son recibidos en el aeropuerto y transportados hasta el hotel, ubicado sobre la principal avenida de Las Vegas (The Strip), en un Roll Royce.
Como invitados especiales del MGM, los alojados en esta categoría tienen acceso privado hasta su loft, el cual previamente ha sido acondicionado con lo que más les gusta, de acuerdo con una consulta realizada antes del viaje.
El objetivo es que cuando los invitados lleguen a su suite se encuentren lo más cómodos posible, con un minibar que ha sido surtido con sus bebidas preferidas y música de ambiente acorde a sus preferencias.
Lo único que es igual entre una habitación y otra son las puertas, todas diseñadas de la misma forma, por lo cual no se diferencian realmente las suites más lujosas de las menos, a no ser que se esté adentro y se disfrute la experiencia de sus espacios.
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Comparten, también, un panel central desde el que cada huésped puede controlar con facilidad la temperatura, apertura y cierre de cortinas y la música, entre otras funciones.
Cuentan con una sala de juego, con mesa de billar, estaciones de acoplamiento iHome y iPod, catálogo de películas bajo demanda y consola de videojuegos, entre muchas otras amenidades.
Para disfrutar como se debe el baño, se cuenta con una ducha de inmersión y una bañera de hidromasaje Infinity Edge, además de un calentador de toallas y el característico sello de la terapia de color, que ayudará a crear una atmósfera diferenciada para cada ocasión.
Finalmente, destaca un bar privado, una selección de aperitivos y una máquina de café que hará las delicias de los invitados.
La alberca y las terrazas son espacios igualmente envidiados por quienes no tienen la oportunidad de hospedarse en este lugar donde el verdadero valor agregado no es la altura, sino la exclusividad que hace que nada esté por encima de Skylofts, la división de lujo del MGM Grand.