Los Cabos es, sin duda, uno de los destinos que siempre está en el radar de los viajeros de lujo. Su atractivo no sólo radica en los hermosos paisajes que regala o por su blanca arena con polvo dorado, sino por los resorts high-end que ofrecen experiencias únicas, como Viceroy Los Cabos.
Una playa bañada por las aguas azules del Mar de Cortés es el panorama que recibe a los huéspedes cuando llegan a este resort localizado en la zona hotelera de San José del Cabo. Fue diseñado por uno de los arquitectos más prolíficos del país, Miguel Ángel Aragonés, quien puso su buen ojo en crear un proyecto que ofreciera una experiencia inmersiva con la naturaleza que lo rodea, y lo logró, pues el conjunto de torres contrasta con espejos de agua y las formas bien delineadas de los espacios hacen que te sientas mar adentro, pero con la comodidad de un hospedaje de lujo.
Embajadores de la dicha
Los 194 cuartos, suites y villas e, incluso, las residencias permanentes (la apuesta más reciente de la marca con villas de cuatro habitaciones, casitas de tres cuartos e increíbles penthouses) no sólo tienen la ubicación ideal para descansar, también están acondicionadas con amenidades modernas, pulcras y confortables que hacen de la estancia una experiencia de otro nivel, como una cama que invita a perderse en ella, un jacuzzi exterior privado, luces ambientales con diferentes tonos y hasta Alexa para programar tus sesiones auditivas favoritas.
Pero lo que sobresale a la invitación visual de sus espacios es el servicio extraordinario, pues todo el personal sabe que la impresión más duradera en los huéspedes la da la calidez con la que los reciben; por ello, el staff conoce tus comidas y bebidas favoritas, la música que sueles escuchar y hasta cómo te gusta el café por las mañanas. Cualquier recomendación que les pidas dará en el blanco con lo que estás buscando.
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El alquimista de La Baja
La mente creativa detrás de la oferta gastronómica de Viceroy Los Cabos es el chef ejecutivo César Pita, quien ha trabajado en restaurantes con estrellas Michelin en España y Francia, así como con Enrique Olvera. Su cocina tiene el sello de la cocina de La Baja: uso de productos locales y del día, y su técnica deja ver una maestría culinaria que bien podría calificarse como alquimia. Sus platillos mezclan ingredientes que usualmente no suelen verse juntos, ¿el resultado? Una explosión de sabor inesperada palpable en cada uno de los restaurantes.
En Casero es posible encontrar platillos imperdibles de la gastronomía mexicana, como los chilaquiles, pero con un plus que los hace sobresalir, como que van acompañados de birria de short rib. En Cielomar, en el roof garden, el menú abarca manjares del mar y la tierra, desde ostras y ceviche, hasta rib eye y pizza a la leña.
Nido es el restaurante insignia y después de verlo y probar lo que en él se sirve queda claro por qué. No sólo su construcción en forma de domo posee una vibra cálida y elegante, el omakase hace lo suyo: su fuerte inspiración japonesa se mezcla con productos locales con cierto atrevimiento, pero bien atinado. Todo lo que el chef ofrece complace a los paladares más exigentes (incluso el sake con el que suele maridarse el menú).
Experiencias a la medida en Viceroy Los Cabos
Si la relajación es uno de tus puntos de interés, el spa será todo un agasajo, pues fue concebido para brindar servicios personalizados que empiezan desde que pones un pie en la puerta, pues los aromas de aceites y lociones de hierbas y productos botánicos locales te reciben, te envuelven y te preparan para lo que viene. El circuito comienza en las zonas húmedas (una hora antes del masaje), para que puedas preparar los músculos, donde pasas de la alberca al jacuzzi y de ahí al sauna y al vapor, para terminar con una exfoliación con hielo que te dejará listo para un masaje que se quedará en tu memoria.
El gimnasio también es de mencionarse pues fue diseñado por uno de los entrenadores de estrellas de Hollywood más famosos, por eso es posible no sólo ver el equipo de vanguardia, sino clases y actividades como CrossFit, boot camps, entrenamiento acuático, juegos interactivos, tours en bicicleta por San José del Cabo e incluso relajantes caminatas matutinas en la playa.
Todos los espacios, las sonrisas, las actividades y las atenciones de Viceroy Los Cabos dejan ver cómo, a través de la personalización, un hotel es capaz de convertirse en un hogar aunque sea por unos días.