¿Uno de tus sueños es admirar una noche llena de colores como si fueran luces del escenario de un concierto? Las auroras boreales más que un efecto o ilusión es la naturaleza mostrando todo su esplendor ante los ojos de los locales o viajeros. En los Territorios del Noroeste de Canadá ninguna es igual a otra.
Yellowknife es la puerta de entrada para los turistas internacionales que llegan a diario a maravillarse con los atractivos naturales del lugar. Gracias a su ubicación, justo debajo del óvalo auroral del hemisferio norte y sus suelos planos, es el destino idóneo para disfrutar de las luces en el cielo.
En alrededor de 1 millón 170 mil kilómetros, los Territorios del Noroeste de Canadá brindan espacios abiertos para escapar de la vida de la ciudad y conectar con la naturaleza.
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Para llegar desde nuestro país, aerolíneas canadienses operan diariamente y conecta con Ottawa, Calgary, Vancouver y Edmonton para luego llegar al destino tan esperado.
Las auroras boreales, que suceden cuando las partículas solares chocan con el campo magnético de nuestro planeta, se pueden apreciar de mediados de agostos hasta las primeras semanas de octubre, una época ideal para quienes desean disfrutar los colores del otoño y la luminiscencia en el cielo sobre los lagos.
Para quienes quieran completar esta experiencia con nieve alrededor, de finales de noviembre a principios de abril también brinda una posibilidad alta para ver este fenómeno.
Las auroras boreales no son lo único que este destino ofrece, la capital ofrece una oferta variada de servicios y comodidades rodeadas por la naturaleza. Ejemplo de esto es el Centro de la Herencia del Norte Príncipe de Gales, el Centro del Diamante, el lago Great Slave o el sinnúmero de experiencias gastronómicas, culturales y naturales que se pueden vivir.
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