Palazzo Dama ya no es un extraño para la alta sociedad. La villa romana de principios del siglo XX, a la orilla del río Tiber, era casa de la familia Malaspina, sede de varios eventos importantes. Inaugurado en enero, la propiedad de 30 habitaciones es ahora un escape dentro de la ciudad, donde históricos mosaicos de mármol y puertas art-nouveau originales combinan con las telas Loro Piana y muebles italianos de mediados del siglo.
El arquitecto Antonio Girardi buscó objetos raros de todas partes del mundo para cada detalle, desde tapetes persas en el restaurante, hasta candelabros de cristal (procedentes del hotel Plaza de Nueva York) en el lounge. Instálate como uno de los Malaspinas con una tarde de relajación en la piscina, seguida de un paseo por los jardines y un aperitivo con vista desde la terraza.