Una noche en el museo

Si la hospitalidad es un arte, el hotel Madame Rêve es un artista consumado. De entrada, por ser uno de los establecimientos que están reconfigurando el rostro de la hotelería de lujo en París.

Eso se debe, por un lado, a su exclusividad y servicios de cinco estrellas; por otra, a su ubicación privilegiada, que hace posible disfrutar de vistas inigualables de la ciudad y de algunos de sus emblemas, como la Torre Eiffel y Montmartre; y de la cercanía de otro símbolo parisino, el mítico Museo del Louvre, apenas a unos minutos de caminata.

Madame Rêve y acceso al museo

Precisamente con ese templo del arte mundial el hotel estableció una asociación para que sus huéspedes puedan disfrutarlo de un modo más exclusivo. Está disponible un paquete que incluye una noche de alojamiento en Madame Rêve y acceso al museo.

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Madame Rêve

Pero no se trata de un acceso común. Es, más bien, un tour exclusivo curado especialmente para este fin por los especialistas del Louvre que llevará a los visitantes a través de las galerías del museo para contemplar una selección de obras que, en conjunto, recrean una sensación onírica, muy atinada y no arbitraria, si consideramos que rêve se traduce como “sueño” y el hotel pretendía impregnar ese concepto en el recorrido.

La idea central es explorar el poder liberador de los sueños y cómo han traducido ese fenómeno algunos artistas en distintos contextos y épocas: de Giotto, plasmando El sueño del papa Inocencio III, a Morfeo —divinidad asociada al sueño por excelencia— plasmado en el techo del museo, pasando por la obra de Fragonard con Venus como protagonista dormida.

Madame Rêve

Éstas y otras piezas componen un tour que los visitantes de Madame Rêve pueden realizar por su cuenta, siguiendo el mapa que los espera en su habitación o bien, para dar a la experiencia un toque aún más personal, pueden solicitar una visita privada guiada al concierge del hotel, quien se encargará de organizarla.

Realizado ese recorrido, Madame Rêve espera con su loada propuesta gastronómica, que incluye Kitchen, el restaurante de cocina francesa contemporánea dirigido por la chef Stéphanie Le Quellec, distinguida con dos estrellas Michelin, y Roof, la terraza en la parte alta del hotel con vistas de un París que se convierte, por derecho propio, en una auténtica obra de arte que se reinventa cada día.