Nada abre el apetito como una buena e intensa sesión de skiing en Whistler, uno de los mejores destinos para ésta y otro tipo de actividades deportivas invernales. El lugar, además de ser reconocido por sus majestuosos paisajes nevados, es también hogar de excelentes comedores, con una oferta de alrededor de 130 espacios culinarios. Por eso, te recomendamos cinco de los mejores restaurantes en el destino para comer delicioso después de un extenuante día al gélido aire libre.
Un recinto dedicado a la preparación de pescados y mariscos. Su menú varía constantemente, de acuerdo a la oferta de ingredientes, todos muy frescos, por lo que cuentan con muchos platillos insignia. Se recomienda probar el atún sellado con ahi poke (ensalada tradicional hawaiana) y el salmón a la parrilla con puré de papa y langosta. Para una opción mucho más arriesgada, prueba los diferentes platillos con carne de reno.
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De gran tradición, se encuentra en el corazón del pueblo de Whistler. Uno de los atributos que caracterizan a Araxi es que fue uno de los comedores que iniciaron el movimiento de la “granja a la mesa” en todo British Columbia, gran parte de los ingredientes en los platillos provienen de su huerto. Su cava cuenta con más de mil opciones, dentro las que se incluye la mejor selección de ice wine de todo Canadá.
Sin duda, el restaurante más reconocido del Four Seasons Whistler. Cuenta principalmente con cortes de carne kobi, algunos añejados hasta por 40 días. Las costillas y la salsa que las acompaña, originaria de la casa, es otra de las razones que han hecho al SideCut un must allá arriba, en la montaña. También cuenta con opciones más ligeras, como el salmón, característico de la región. Uno de los mejores restaurantes en el destino.
La cocina está a cargo de la chef con fama internacional Melissa Craig. Una de las curiosidades más interesantes de Bearfoot Bistró es que el gerente del lugar y esposo de la cocinera, Andre Saint Jacques, tiene un pequeño ritual que consiste en abrir las botellas de champagne con un sable, así que no olvides pedir vino espumoso si visitas este lugar. Resguarda el Ketel One Ice Room, una sala de degustación de vodka, a -32°c de temperatura, lo que la hace la cata de dicha bebida más fría del mundo.
El inmueble que resguarda este comedor es una pequeña y acogedora cabaña, ubicada en la cima de la montaña Blackbomb. Tiene una terraza con vista inmejorable al paisaje nevado. Son reconocidos por sus waffles belgas en las mañanas y por sus tardes de maridaje de vino tinto con fondue, mientras contemplas Whistler desde la cima del nevado. Esta opción es 100% para esquiadores, quienes después de la actividad física, necesitan de un desayuno con alto contenido calórico para reponer fuerzas.
¿Conoces alguno que debamos incluir a esta lista?