Philippe Starck es un importante exponente del diseño e interiosmo. Hace una par de meses vino a México para presentar su primer colección de fragancias Starck Paris, que se titulan Peau de Soie, Peau de Pierre y Peau d’Ailleurs, y representan lo que hemos sido, lo que somos y lo que puede que lleguemos a ser, parte de su nueva marca Starck Parfums -un universo que no abarcaba anteriormente-.
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El francés ahora incursiona en otro mundo completamente opuesto, al unir fuerzas con Jerome Olivet y la compañía de electrónica Thomson para dar vida a un smartphone conceptual, llamado Alo, cuya pantalla es innecesaria, pues proyecta imágenes holográficas en 3D -películas, mensajes, fotografías, etc-.
Parece recién sacado del futuro.
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Tiene una forma larga, como en gota, trazada para caber perfectamente en la palma de la mano, hecha de aleación de aluminio, cubierta con un material flexible que actúa como interfaz háptica. Prove retroalimentación a través del calor y las vibraciones.
Por su parte, la cámara es inteligente y puede moverse como un ojo humano; además, identifica las caras de las personas.
En cuanto a las funciones internas, se activan con la voz; pueden realizarse verbalmente por completo, desde leer mensajes o redactar correos.
Aunque todavía es un modelo conceptual, se estima que el primer prototipo será creado este año.