¿Es la moda moderna? Éste es el título y la pregunta que intenta ser respondida en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con la segunda muestra, en su historia, dedicada a estos temas.
Y es que mediante la exposición de 111 prendas, objetos y accesorios que han demostrado que llegaron para quedarse, el recinto desata dudas sobre qué tan innovadora es la moda y qué tan transgresor resulta intentar ir en su contra.
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Enfocada mucho más en los objetos que en sus marcas o sus creadores, esta muestra recupera y reconoce a la minifalda, pero también a los jeans, las playeras tipo polo, el bikini y las plataformas, entre muchas otras prendas que siguen presentes, dominando el inventario de casi cualquier guardarropa.
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Y no se trata de un viaje nostálgico al origen, sino del testimonio de la evolución y la relación de la moda con la cultura viva.
En este sentido, no se expone solamente ropa, sino aquellos objetos de la vida cotidiana y hasta las prendas que tienen una connotación religiosa, como el kipá para los judíos y el velo musulmán.
“Prendas: ¿es la moda moderna?”, mostrará hasta el próximo 28 de enero una curaduría cuidadosa de Paola Antonelli, quien a lo largo de casi dos décadas recopiló 350 objetos, divididos en 111 tipologías, seleccionados bajo el criterio de cómo han cambiado al mundo y se han logrado mantener.
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De esta forma, cuando la visites, podrás ver desde los jeans Levi’s 501, hasta el esmoquin que Yves Saint Laurent presentó en 1966 y que revolucionó la percepción de las mujeres en pantalones.
Pero también los pantalones capri, las minifaldas, el bikini, las playeras tipo polo, los jerseys de jugadores, los converse y hasta el sombrero panameño, entre mucho más.
Incluidos están también los lentes de sol modelo aviador, los cascos, el protector solar, los tatuajes o el Chanel No. 5, artículos que demuestran que la moda es una industria más allá de la ropa.
Finalmente, esta muestra congrega también las visiones futuristas la colección Cosmo de Pierre Cardin, que reimagina sus piezas para 2067, o las medias hechas por la diseñadora Lucy Jones para personas con discapacidades motoras.
Todo lo que la moda dicta en función de lo que los usuarios le dictan a la moda, una relación que, cuando se logra en los mejores términos, perdura.