Visitar San Miguel de Allende es algo que se debe hacer cada poco tiempo porque uno nunca deja de sorprenderse. Entre sus restaurantes de moda, galerías de lujo y boutiques de primera clase, siempre hay algo nuevo que descubrir.
Este año la cita es con L’Ôtel, un hermosísimo e inigualable hotel boutique regentado por Roy y Sally Azar que se encuentra en la parte superior de Dôce 18 Concept House y ha vuelto a llenar de vida la Casa Cohen, una majestuosa propiedad del siglo XVIII situada en pleno corazón de San Miguel y que en su día fungió tanto de hogar para la familia Cohen como su lugar de trabajo ya que en ella se comercializaba cualquier tipo de producto que se necesitase en la zona.
Hoy, de la Casa Cohen queda la fachada, que funge como centro de admiración para turistas y residentes gracias a que en ella se pueden contemplar numerosos animales labrados en cantera rosa y son conocidos entre los lugareños como el ‘Arca de Noé’. El resto, ha sido intervenido por la excelente mano del arquitecto Roy Azar. Quien no sólo ha logrado revivir un lugar emblemático de San Miguel de Allende, sino que lo ha revalorizado gracias a su savoir faire y al compendio de contrastes logrados a través de la mezcla del estilo colonial y el contemporáneo.
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L’Ôtel cuenta con 10 hermosas y exclusivas habitaciones distribuidas alrededor de los dos patios centrales de la casa; todas diferentes entre sí. Y logran que quien la disfrute viva una experiencia acogedora gracias a la particular colección de mobiliario y objetos cuidadosamente seleccionados por el matrimonio Azar. Entre las piezas, destaca la obras de fotógrafos de renombre como Cynthia Araf y Rafael de la Lastra; o artistas de la talla de Marisa Boullosa, quien estuvo a cargo de plasmar sus famosas ramas de magnolias en los muros de las cabeceras. También, en cada una de ellas, el huésped encontrará una frazada en lana o cachemir bordadas a mano por artesanas indígenas de la comunidad Maya de Ixmul que forman parte de la Fundación Hilando México. Misma que preside Sally Azar, quien ha logrado con su excelente trabajo y entusiasmo empoderar a estas mujeres.
Al caer la noche, el huésped recibirá una pequeña sorpresa aromática para sus almohadas que le permitirá relajarse por completo y conciliar mejor el sueño. Algo que -quizás- no se hace necesario si el inquilino se da el lujo de bañarse en cualquiera de las fabulosas tinas que poseen las habitaciones. Si eres afortunado, puede tocarte la tina en el exterior por lo que el contraste de temperaturas y el hermoso cielo de San Miguel harán que te olvides del mundo.
A la mañana siguiente los detalles continúan. El delicioso desayuno se sirve en una gran mesa comunal y los alimentos son preparados en la cocina abierta que se encuentra a un costado en el mismo momento. Según la hora del día, la zona se va transformando ya que por las tardes, por ejemplo, el mismo lugar sirve como barra para cocteles y bocadillos que varían según la estación y el día de la semana.
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Pero L’Ôtel no son sólo espectaculares habitaciones llenas de buen gusto. Al rededor de éstas se distribuyen rincones inolvidables como ‘The Living Room’, un espacio para relajarse que funge como centro neurálgico del hotel y está revestido con una hermosa chimenea y en donde el piano de media cola hallado en una tienda de antigüedades local gana presencia. También está el ‘The Drawing Room’, que se encuentra conectada con la sala del piano a través de dos puertas corredizas. En este espacio los huéspedes se sentirán como en un lounge VIP que podrán reservar para reunirse con la familia o disfrutar de una buena película recostados en los increíbles sofás que imperan en la habitación.
Como era de esperar, no podía faltar la alberca. El espacio, conocido como ‘Pool Terrace’ está recubierto de pisos de pasta en blanco y negro formando un tablero de ajedrez. Muy a la usanza de las casonas mexicanas de principios del siglo pasado. Un rincón espectacular que se vuelve mágico al caer la noche.
L’Ôtel, sin duda, es el enclave perfecto que debes descubrir cuanto antes.
Calle Chiquitos 1A, Centro, 37700 San Miguel de Allende, GTO