Emilio Mejía, instruido en los Conservatorios de Utrecht y Ámsterdam en la flauta de pico y el fagot barroco, encontró una aventura en la repostería y decidió crear Cápsicum, su primer proyecto de chocolatería en la Roma, en el 2014. Hoy, el chocolatero y experto en música barroca crea Di Cioccolato, una chocolatería enfocada a la organoléptica de los sabores e ingredientes que vincula las emociones y combina diferentes sabores de chocolate para crear una experiencia única y memorable, como una canción que no puedes dejar de cantar en tu mente.
En Di Cioccolato, ubicado en el corazón de Polanco, los chocolates de Emilio se inspiran en los sentimientos y están hechos con materia prima completamente natural, sin grasas adicionales a las del cacao… ¿Quieres más chocolate? continúa leyendo aquí.
Por: Anaid Osuna