A 60 km de Florencia, Il Borro era un pequeño pueblo abandonado, hasta que Ferruccio Ferragamo, hijo del diseñador, decidió remodelarlo y convertirlo en uno de los hoteles más lujosos de la Toscana italiana.
Construido hace más de mil años, el origen de Il Borro es un misterio que fue enterrado por un milenio. En la Edad Media, la propiedad fue el feudo de varias familias pertenecientes a la nobleza italiana. Durante la Segunda Guerra Mundial, esta villa quedó abandonada. Y para 1993 la familia Ferragamo decidió remodelar la zona.
Hoy, Il Borro es un resort, que cuenta con 27 suites, tres villas -poseen piscina y jardín privado- y cinco granjas. Todos los interiores fueron remodelados al estilo toscano clásico, en busca de mantener las características originales y, al mismo tiempo, brindar a los huéspedes las comodidades actuales.
Entre las actividades a realizar, se encuentran: visitas al museo dentro del resort, jugar golf o tenis, montar a caballo por las inmediaciones del hotel, visitar el spa personalizado, tomar clases de cocina o dar un recorrido guiado entre los viñedos de la propiedad.
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Las condiciones del territorio son idóneas para el cultivo vinícola. Por ello, Il Borro tiene viñedos en los cuales se cultivan variedades de Sangiovese, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot y Chardonnay. La producción es completamente artesanal y sólo se elaboran 170 mil botellas al año.
En cuanto a la comida, el restaurante Osteria del Borro, se ha convertido en un must de la gastronomía en La Toscana. Los precios de hospedaje, con desayuno incluido, rondan entre 320 y 1500 euros.