Construida al pie del Volcán de Fuego, la Hacienda San Antonio se encuentra en las tierras templadas del municipio de Comala, al norte de Colima, a dos horas del Aeropuerto Internacional de Manzanillo.

Con una historia que comienza en el siglo XIX, cuando su principal función era la cosecha de café arábigo y caña de azúcar, el recinto debe su nombre a San Antonio, a quien sus antiguos dueños dedicaron una capilla, construida cuando los sembradíos se libraron de ser afectados por una erupción del volcán activo.

Fue hasta el año 2000 que el lugar se convirtió en un espacio dedicado al hospedaje de lujo y a la convivencia familiar. Tiene una decoración mexicana con colores brillantes que incorpora lo mejor de las artesanías indígenas. Las habitaciones están adornadas con una personalidad individual para crear espacios únicos con fascinantes historias que reflejan la rica tradición de la región. Las tres grand suites ofrecen un ambiente magnífico, lleno de luz, diferentes a las de cualquier lugar de América.

El recinto cuenta con una piscina de 35 metros de largo al aire libre con agua templada, gimnasio, cancha de tenis, capilla, tienda de regalos, Club Room para eventos especiales, cuarto de televisión y la terraza mirador, con vista a los volcanes y jardines.

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Para quienes desean disfrutar de una tarde tranquila, la biblioteca es ideal. Posee piezas de literatura mexicana, así como revistas y juegos de mesa.

El comedor se encuentra abierto todo el día. Tiene una terraza que lo convierte en el lugar ideal para disfrutar del arte culinario internacional y descubrir el antiguo estilo de vida de la Hacienda. La cocina está basada en las más finas y tradicionales recetas mexicanas con un toque cosmopolita. Para brindar una experiencia diferente, cuenta con un menú orgánico que ofrece una amplia variedad de frutas, vegetales, quesos y carnes provenientes del lugar.

Al anochecer, el Bar Amarrillo es el lugar perfecto para relajarse al lado de la chimenea, acompañado de un cóctel creado por expertos con diversas bebidas nacionales e internacionales.

Por otro lado, la Hacienda San Antonio ofrece la oportunidad de realizar varias actividades a sus alrededores, entre las que se encuentran el avistamiento de aves en el rancho “Jabalí”, en el que los huéspedes pueden conocer de cerca varias especies tales como chachalacas, gorriones, pericos, halcones, loros, águilas y, en ocasiones, pájaros migratorios, montar a caballo por las faldas del volcán; y las caminatas en el loop del hotel, que consisten en paseos de entre 45 minutos y una hora, en los que se pueden apreciar los invernaderos, los campos de alfalfa, la huerta de aguacates y los árboles de macadamias y café.

Uno de los favoritos es el tour a los cafetales en donde se conocen los procesos para la elaboración del café orgánico –desde que se corta, hasta que se muele- de la Hacienda. Seguido de una visita a la procesadora de quesos donde se demuestra su proceso de producción. El recorrido culmina con una degustación de los mismos, acompañados de una copa de vino. La ruta se puede realizar en bicicleta, a pie o en coche.

Para una experiencia de relajación, existe la posibilidad de recibir un masaje relajante o profundo en la comodidad de la habitación o bajo la sombra de los árboles del jardín cercano a la piscina.

Reconocida como una de las haciendas más bonitas del país gracias a su arquitectura y decoración, Hacienda San Antonio es perfecta para disfrutar unas vacaciones relajadas en su eterna primavera.

haciendasanantonio.com