El Presidente Intercontinental de Cancún destaca entre el resto de la oferta turística de esta ciudad, con cientos de kilómetros de playas turquesa, arena blanca y selva, por ser un hotel que ofrece la quintaescencia del lujo. Con aproximadamente 40 años de historia y una reciente renovación, esta propiedad de diez pisos brilla entre el skyline de Cancún con el nuevo color blanco de su fachada.
Cortesía de la marca
Se trata de un hotel donde el huésped sabe que queda en manos de los mejores anfitriones desde su llegada, ubicado en una propiedad que a pesar de ser de gran tamaño en ningún momento deja de ofrecer atención personalizada. Es una parada obligada en Cancún. Después de su extensivo facelift, que implicó dos fases de remodelación, se re inventa y ofrece lo mejor de dos mundos: modernas instalaciones y años de experiencia.
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Tras nuestra visita, recomendamos comenzar el día con un desayuno en el restaurante El Caribeño, a unos pasos de la playa que, sin temor a equivocarnos, podemos decir que es de las mejores de Cancún. Es prácticamente privada, con muy poco flujo de gente y una oferta de deportes acuáticos que invitan a pasar ahí el día entero. Después de un día de sol y mar, Le Cap es una parada obligada. Este restaurante de platillos mediterráneos conquista el paladar por la frescura de sus ingredientes e ingeniosas combinaciones. Y, para cerrar el día con broche de oro, recomendamos visitar el spa Ikal, una reciente y valiosa adición al hotel que ofrece tratamientos personalizados y una alberca con aroma a aloe y temperatura perfecta de la que nunca se antoja salir.
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Con una inversión de más de 20 millones de dólares en la remodelación del edificio, el Presidente Intercontinental conserva un recurso intacto, que es realmente el que lo coloca como uno de los mejores de la zona: el recurso humano. Independientemente de cómo han modernizado sus instalaciones, es admirable la calidad de servicio y disposición de quienes operan este lugar y se encargan de que la estancia de todos sus huéspedes sea inolvidable. Es un destino de playa que vale la pena visitar sin importar la época del año.
POR: MARÍA GABRIELA HUBARD