Con propiedades en Beverly Hills, Bahamas, Dubái, Buenos Aires, Cancún y, desde luego, Miami, entre otros paraísos del planeta, SLS se ha convertido en una marca que más allá de un hotel es el lugar perfecto para disfrutar de una experiencia extraordinaria en un ambiente lúdico.
El diseño irreverente, el arte culinario, los interiores de fantasía y las sorpresas a la orden del día son el corazón de la propuesta en cada propiedad que lleva las siglas SLS, una firma que está redefiniendo el futuro del estilo de vida de lujo.
Y no hay mejor ejemplo que el SLS Lux Brickell, un hotel con 84 suites que cuenta con todo lo necesario para vivir la mejor experiencia en una de las ciudades más atractivas en la actualidad no sólo de Estados Unidos sino del mundo.
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SLS Lux Brickell
Para empezar, el SLS Lux Brickell cuenta con una ubicación envidiable en el downtown de Miami, frente al centro comercial Brickell City Centre y a unos pasos del nuevo parque Underline del vecindario.
En las calles aledañas, se encuentra un mundo de posibilidades para los visitantes, con algunos de los mejores restaurantes, bares y lugares de entretenimiento de la ciudad.
Ya en el hotel, el SLS Lux Brickell despierta todos los sentidos gracias a su impresionante diseño de interiores, creado por la reconocida firma Yabu Pushelberg, que se inspiró en el Art Decó que hoy identifica al lado más sofisticado de Miami.
El hotel SLS Lux Brickell es todo lo que se puede desear en una ciudad de ensueño. Tanto en el exterior como el interior, presume una colección de arte que sería la envidia de cualquier museo de arte contemporáneo, con piezas de artistas de la talla de Fernando Botero.
Las amplias suites están decoradas en tonos pastel, con muebles de diseño, camas para descansar como se debe y balcones privados que muestran vistas panorámicas de la ciudad. Pero no sólo eso: es un hogar lejos del hogar pues cuentan con microondas, lavavajillas, utensilios de cocina, una máquina de café LavAzza, mini bar completamente equipado e, incluso, lavadora y secadora de ropa.
Los baños son amplios y sus amenities son Malin + Goetz. Punto y aparte es el Altitude Pool & Lounge, en el noveno piso, abierto sólo para huéspedes y residentes.
En cuanto a la propuesta gourmet, el obligado Gekkō se encuentra dentro de esta propiedad. Se trata de un asador japonés, bar de sushi y omakase que es nada menos que una creación de Bad Bunny y el empresario Dave Grutman. Apenas inaugurado en agosto pasado, hoy, junto al SLS Lux Brickell, es el gran hot spot de la ciudad.