La firma de diseño HOK creó un nuevo formato de hospedaje llamado Driftscape, con el que han quedado como finalistas en el Radical Innovation Award. Se trata de un concepto de hotel volador, capaz de llegar a sitios remotos a los que normalmente sería imposible accesar.
Esta forma de turismo está basada en un formato de cápsulas ecológicas y auto sustentables que le dan a los huéspedes la oportunidad de explorar las más impresionantes locaciones sin afectar el medio ambiente.
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Se trata de una experiencia realmente inmersiva, en la que las habitaciones tienen la forma de un frijol transparente, hechas con aleaciones ligeras que se operan con tecnología de drones y ofrecen vistas de 360º de los alrededores. Se trata de un módulo autónomo de 250 metros cuadrados para dos huéspedes con una cama, un par de mesas de noche ajustables y un baño de tres piezas. Éste se conecta a una cápsula de 230 metros cuadrados llamada “Oasis”, con servicios de apoyo como restaurante, patio y salón común.
Cuentan con un soporte neumático retráctil que las auto nivela y ancla en cualquier terreno, sin afectar el medio ambiente.