La calificación más alta para un hotel es la de lucir con orgullo sus cinco estrellas. En este caso, Skylodge Hotel no tiene cinco sino que está rodeado por un millón de ellas.
Las cabinas totalmente transparentes que dan vida a este peculiar hotel se encuentran incrustadas en una de las montañas que forman parte del Valle Sagrado en Cusco, Perú. Para acceder a ellas, los huéspedes deben escalar 400 metros de altura, aventarse desde diferentes tirolesas o caminar un frondoso sendero.
Cada cápsula tiene capacidad para alojar cómodamente a ocho personas y cuenta también con un área para comer y un baño privado cuyas ventanas son opacas y está separado de la habitación por un muro aislante. Las suites se componen de seis ventanas y cuatro ductos de ventilación para garantizar una atmósfera totalmente agradable.
A su vez, la seguridad es lo más importante por lo que existe una puerta de salida localizada en la parte superior de la nave. En cuanto a la iluminación, las cabinas cuentan con un sistema lumínico alternativo que consiste en cuatro lámparas interiores y una para leer. Cada suite posee también cortinas para mantener la privacidad de los huéspedes. Además, la experiencia se vuelve premium gracias a los colchones de alta calidad, las sábanas de algodón, las almohadas de plumas y los edredones aseguran una noche cálida y agradable a 400 metros de altura.
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La experiencia de dormir en estas espectaculares suites dura dos días. Los huéspedes son recogidos en Cusco y de ahí se dirigen al Valle Sagrado para ascender a las cápsulas. Una vez en ellas se les da la bienvenida con un café o con mate y se les brinda una charla explicativa y de seguridad. Después es momento de disfrutar de una deliciosa cena y de las vistas que el enclave ofrece al caer la noche.
A la mañana siguiente los huéspedes podrán desayunar también en la cápsula y después se dirigirán a realizar una actividad elegida por ellos. Al terminarla, el equipo de Skylodge Hotel los regresará a Cusco.