Bajo un esquema de reservaciones y estrictas medidas sanitarias, Disneyland Shanghai es el primer parque temático que reabre sus puertas en el mundo.
Y lo hace con casi 70% menos gente de la que en realidad puede recibir, lo que pareciera ser el sueño cumplido de cualquier visitante que odie las conglomeraciones y las filas.
Sin embargo, también está el tema de ciertas medidas sanitarias que pueden hacer que esta reapertura sea un tanto más extraña y menos mágica de lo normal.
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Por ejemplo, ¿cómo será gritar a todo pulmón en los juegos
con el cubrebocas ahogando esa salida sonora de adrenalina? Y ni qué decir de
las fotos con los personajes.
Como sea, es una buena noticia que todo marche hacia el
esperado regreso a la normalidad, sea nueva, vieja o como se le quiera
calificar.
Acceso solo con reservación
La apertura de Disneyland Shanghai marcará el camino a seguir
para el resto de instalaciones de Disney en Francia, Estados Unidos y Asia que
pronto volverán a operar.
Y por lo pronto, parece lógico esperar que todos lo hagan con un aforo limitado. En el caso del parque en la mayor ciudad de China no se superó el 30% de la capacidad total.
Esto significa que se recibirán, durante algunas semanas, un máximo de 24 mil personas aproximadamente de las 80 mil que se solían recibir antes del cierre.
La novedad es que todos estos visitantes, deberán reservar
su entrada por medio de Internet para poder entrar.
Distanciamiento físico en Disneyland Shanghai
Disney Shanghai cerró sus puertas el 25 de enero y ahora
reabre con estrictas medidas sanitarias que no se pueden dejar de notar.
Está, por ejemplo, el control de temperatura en la entrada del parque, el uso obligado de cubrebocas para visitantes y empleados y el mantenimiento de la distancia física, siguiendo los indicadores en el piso.
Además, hay una redistribución en los juegos mecánicos que
seguirá priorizando en todo momento la sana distancia.
Se ha incrementado también la frecuencia de limpieza y desinfección de las instalaciones y se distribuye gel desinfectante por todos los rincones de Disneyland Shanghai.
No obstante, hay un dato que echa por debajo cualquier
cuestionamiento y muestra la necesidad que tiene la gente de este tipo de atracciones,
sea como sea que operen, y es que en muy pocas horas, las entradas puestas a la
venta se agotaron.