¿Aburrido de siempre quedarte en el mismo tipo de lugares cuando sales de viaje? Hospédate en el Nido de Quetzalcóatl y te sentirás transportado a un paraíso de dioses prehispánicos del cual ni siquiera tendrás que salir para vivir una de las experiencias más memorables de tu vida.
Ubicado en la Ciudad de México, este espectacular destino representa una oportunidad para conocer uno de los proyectos arquitectónicos más sorprendentes del país sin que los ciudadanos capitalinos tengan que viajar demasiado lejos.
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El Nido de Quetzalcóatl es una creación del arquitecto mexicano Javier Senosiain, cuya principal motivación para realizar el proyecto fue generar un espacio contrastane que se opusiera a las edificaciones tradicionales de la Ciudad y fuera capaz de adaptarse orgánicamente a un ambiente repleto de naturaleza sin oponérsele ni domesticarla como se acostumbra hacer típicamente en la metrópoli.
Las curvas del lugar, sus llamativos colores y espacios interiores que desconciertan por la imposibilidad de describirles únicamente con palabras, le convierten en una edificación única que aparenta haber salido de un sueño.
Por increíble que parezca, esta alucinante creación es capaz de recibir a huéspedes, quienes seguramente se sentirán completamente desprendidos de sus raíces citadinas y no podrán pasar ni un segundo sin explorar y descubrir los múltiples secretos del Nido.
Cada habitación está conectada entre sí por diversos túneles sin puertas que permiten la entrada de luz y que asemejan a una madriguera, lo cual exacerba la esencia surrealista del lugar y revela de manera evidente la inspiración que el entorno natural tuvo sobre el arquitecto al conceptualizar el complejo.
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El Nido de Quetzalcóatl cuenta con 10 residencias de las cuales solo una se encuentra disponible para rentar. Si quieres quedarte en esta descomunal obra de arte puedes hacerlo mediante Airbnb. El lugar tiene un costo de 4 mil 200 pesos por noche y puede recibir hasta 8 huéspedes en 5 dormitorios caracterizados por un diseño minimalista y surreal que, al despertar, te hará dudar si sigues soñando.