Tachar las auroras boreales de nuestra lista de deseos es algo que muchos esperamos, y uno de los mejores lugares en el mundo para ver este fenómeno mágico es Yukón, Canadá, donde se pueden contemplar las luces de colores que danzan en el cielo nocturno durante el otoño e invierno.
¿Pero qué pasaría si la obscuridad no llega al final del día? Yukón no es un destino para el desencanto. Incluso cuando la promesa de las noches sin luz no se cumple y las auroras boreales no aparecen, existe otro fenómeno igual de sorprendente llamado ‘sol de medianoche’.
Esta manifestación natural origina que, durante las fechas cercanas al solsticio de verano, el astro sea visible las 24 horas en las regiones más al norte del círculo polar ártico. Una de esas zonas privilegiadas donde parece no anochecer nunca es Dawson City.
Los largos días de Yukón
Los días largos e iluminados del verano permiten que las experiencias se alarguen unas cuantas horas más en este destino. Las actividades en Dawson City incluyen el Festival de Música en donde podrás dejarte llevar por los ritmos locales y presenciar los números de artistas canadienses emergentes.
Otra alternativa es el Diamond Tooth Gerties Gambling Hall, el casino más antiguo de Canadá, donde las cartas, los espectáculos en vivo, la comida y las deliciosas bebidas superan por mucho su misión de entretener a los visitantes.
Dawson City es un sitio histórico de Parks Canada y, aunque a ratos te hace sentir como en un set de película del oeste de Hollywood, es una comunidad real y viva que puede explorarse a través de Klondike Experience Historical Pub Tour, un recorrido de dos horas donde la historia y cultura cobran vida.
De la mano de Sue Suitcase, una habitante veterana, podrás visitar los bares más antiguos mientras escuchas las crónicas entusiastas del Klondike sobre el contrabando, los burdeles y el desorden de los callejones entre 1896 y 1897.
El tour incluye paradas en el interior de cada establecimiento y culmina en el Hotel Downtown, hogar del mundialmente famoso cóctel Sourtoe que se convertirá en tu bebida favorita si eres de gustos excéntricos, pues está adornada con ¡un dedo humano real, momificado! No muchos pueden decir que han disfrutado de un trago así, ¿verdad?
La fiebre del oro
Otra opción que no debe faltar en tu visita a Yukón es experimentar la fiebre del oro en museos como Claim 33 o Jack London donde podrás convertirte en un buscador de este tesoro, aprender sobre sus técnicas de extracción y lavado, así como averiguar más datos relevantes sobre la historia de Klondike.
En Yukón, el lujo va más allá del oro. También se traduce como las aventuras más desafiantes y un fuerte sentido de reconexión con la naturaleza salvaje en cada rincón que Robb Report exploró de este destino.
Las actividades van desde campamentos en medio de paisajes insólitos y fascinantes caminatas por el Parque Territorial de Tombstone, hasta excursiones en canoa por el famoso río Yukón hacia el lugar histórico de Forty Mile, la ciudad más antigua de la región, a la que podrás llegar luego de, al menos, ocho horas en canoa. Sin duda, un camino largo y retador, pero mucho más impresionante e imponente, digno del verdadero norte.
Otra experiencia más que oportuna para culminar esta travesía por este territorio es visitar Whitehorse y apreciar los glaciares desde las alturas en un hidroavión para luego aterrizar cerca del Mount Logan (el pico más alto de Canadá) ubicado en el Parque Nacional y Reserva de Kluane, un sitio Patrimonio Mundial de la Unesco y hogar de los campos de hielo no polares más grandes del mundo, con vistas espectaculares garantizadas.
Después de tanta emoción, solo se puede cerrar un viaje sin precedentes con el encanto rústico de Tin Cup Wilderness Lodge, un exclusivo y remoto hotel situado a orillas del lago Tin Cup, también en Whitehorse, al que sólo se puede acceder por hidroavión desde Pine Lake.
En este santuario, el lujo radica en la privacidad absoluta y en una vigorizante reconexión con la naturaleza enmarcada por las montañas Ruby Range que, a su vez, te acompañarán en tus momentos de relajación en la sauna a la leña o en el jacuzzi al aire libre. No habrá mejor manera de recargar tu energía después de horas extras de aventura en Yukón.