Descubre Cape Grace Hotel, el tesoro del sur africano

Se dice que Cape Town tiene una colección de vistas con las que pocas en el mundo entero se pueden comparar. Cualquiera que tenga la oportunidad de posar sus ojos en la capital legislativa de Sudáfrica podrá comprobar que no es una exageración.

Desde el avión se puede notar su primera particularidad: enclavada en medio de casas y edificios de todos tamaños, se erige una montaña cubierta de verde y delicadas flores que divide la ciudad a su antojo —con ese orgullo que tiene la naturaleza para reclamar lo que es suyo—.

Cape Grace
Fotos: Cape Grace

Si dejas que tu mirada se pasee alrededor de la ciudad, tu atención será inevitablemente capturada por la larga cadena orográfica que la rodea; montañas como Devil’s Peak, Lion’s Head y Table Mountain la enmarcan en un cuadro pintoresco que combina urbe, imponentes cumbres y blanca arena bañada por las aguas del Atlántico. Se trata de una verdadera obra de arte natural.

Frente al Waterfront Victoria & Albert y con una vista privilegiada de la Table Mountain —llamada así por la forma plana de su cima—, un edificio de ladrillos rojos llama la atención. Es el Cape Grace, un hotel que desde 1996 consiente a los viajeros que visitan la localidad.

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Cómo es el Cape Grace Hotel

En el pórtico te recibe un stand de flores frescas de la región —las proteas son las más exóticas y un símbolo nacional sudafricano— no sólo para ser contempladas, sino para que puedas escoger las que te gustaría tener en tu habitación; esto supone apenas un tentempié del servicio personalizado que caracteriza al Cape Grace.

Cape Grace
Fotos: Cape Grace

Cuando entras al lobby, te transportas a una época diferente, pues la ambientación está hecha en estilo colonial y complementada con antigüedades de procedencia china y danesa por doquier.

Cada una de sus 120 suites fueron decoradas por artistas locales y es posible apreciar acabados de lujo en el mobiliario de madera, tapetes bordados, los baños repletos de mármol, amenidades de primera calidad, una pequeña biblioteca dentro de la habitación con las flores que escogiste al llegar y algunos de tus libros favoritos —sí, se aseguran de tenerlos ahí para hacer tu estancia más agradable—, una máquina de espressos y una comodísima cama con vista a la marina y a Table Mountain.

Cape Grace
Fotos: Cape Grace

De entre todas las habitaciones, destaca el Penthouse del cuarto piso, que cuenta con un lounge, una cocina cabalmente equipada, comedor, terraza con jacuzzi y la mejor perspectiva para disfrutar por las mañanas el espectáculo de la densa capa de nubes que se instala en la punta de la montaña.

La oferta gastronómica del Cape Grace no es menos notable. El restaurante Signal —denominado así en honor a la montaña del mismo nombre— se distingue por sus productos locales y frescos, y por creaciones como el risotto con mantequilla de curry y pescado, un platillo muy querido por la chef ejecutiva Malika van Reenen.

Para disfrutar un trago, el bar Bascule es uno de los top de la ciudad por argumentos como la carta con más de 500 whiskies y una cava con los mejores vinos de la región.

El bienestar no podía quedarse atrás y para consentir el cuerpo y espíritu cuentan con los exclusivos masajes Kalahari, hechos con exfoliantes y aceites provenientes del desierto con el mismo nombre, y tratamientos faciales y corporales de última generación. Y si prefieres tomar el sol, su alberca es el sitio que buscas.

Con experiencias y posibilidades tan amplias, está claro que Cape Town no es la misma sin la elegancia y calidez del Grace.