Damián Lescas pinta a Oaxaca surrealista

Oaxaca es un estado que le ha dado gente muy interesante a México, desde héroes de la nación hasta artistas reconocidos mundialmente por su talento; Rufino Tamayo o Francisco Toledo por mencionar algunos. Sin embargo, en la actualidad, Damián Lescas, oaxaqueño de nacimiento, ya suena con fuerza en el arte mexicano. Sus trazos simples y delicadas demuestran que su expresión artística vive un gran momento.

Hijo de Eduardo Lescas y Estela Méndez, Damián es un artista que siempre, desde muy pequeño, demostró un gusto insaciable por la multiculturalidad; le apasionaba la historia, los viajes internacionales y los idiomas. Para formarse académicamente estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez, en donde refuerza los conocimientos que de manera empírica ya tenía.

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Oaxaca surrealista.

A corta edad, Lescas ya formaba parte de talleres como “La Huella Gráfica”, en la que trabajó al lado de artistas de la talla de Oswaldo Ramírez y Francisco Limón. A sus 42 años ya ha expuesto sus creaciones en las galerías más importantes del país.

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Entre sus experiencias de vida, que le han servido para alimentarse culturalmente y afinar su estilo, ha vivido en diversos países como Italia y Francia, en los que ha producido su obra por largos periodos de tiempo. Así como su participación en la exposición colectiva al lado de Guillermo Olguín y Alejandro Santiago, en 2012. Y la apertura de una exposición en Seattle, en mayo de 2016.

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Lescos ha perfeccionado su estilo conforme pasan los años.

La obra de Lescas describe perfectamente su personalidad, pues exhibe un fluido cultural de los pueblos del mundo. Cada uno de sus cuadros es una nueva historia; destaca por sus bodegones hasta por el amor a los caballos, aunque también tiene dibujos excepcionales de mujeres.

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El artista adora los caballos.

“Incansable” es la palabra que describe perfectamente al oaxaqueño, pues el tiempo que dedica a descansar es mínimo, desde que decide tomar el pincel su energía no se detiene, no conoce límites, y mientras más pinta, más ingenio sale de su ser, lo que lo ha llevado a las galerías de más prestigio en Europa y toda América, además de ser muy codiciado por los coleccionistas en la actualidad.