Sí, los que amamos el vino agradecemos que en el país exista un paraíso como el Valle de Guadalupe, donde casi todo gira en torno a éste. Pero incluso los “wine lovers” de cepa estamos abiertos a hacer algo más que beber y visitar viñedos en este destino. Para ello es que existen propuestas como Cuatro Cuatros.
Hablamos del único desarrollo residencial y turístico en América entre viñedos y el mar, ubicado en la ruta de Ensenada al Valle de Guadalupe. Un lugar que visitamos y nos mostró su amplia y variada oferta, incluso en plena época de vendimias.
Y es que aquí, el vino no se encuentra al centro, sino que es parte de una propuesta que abarca desde el canopy hasta un vuelo en helicóptero y por supuesto, restaurantes y hospedaje. ¿Te interesa? Te contamos todo al respecto.
Para abrir boca
Si estás buscando qué hacer en Valle de Guadalupe además de catar vinos y visitar viñedos, entonces debes seguir leyendo e inmediatamente después, encaminarte a Cuatro Cuatros, que es una especie de isla en el mar de vino que se ha vuelto esta región.
Por supuesto que aquí podrás disfrutar de interesantes propuestas, desde algunas etiquetas de tintos, blancos y rosados hasta cócteles y otros espirituosos.
Por ejemplo, durante nuestra visita había una feria dedicada al mezcal, con espacio para otros destilados muy nacionales como la raicilla, el bacanora y el sotol.
Pero más allá de la gastronomía líquida, y de la cocina típica de esta región con ingredientes locales frescos, está la variedad de los puntos de consumo en Cuatro Cuatros, que van desde un barco de madera encallado entre las montañas, como lo es Tahona, con degustación de mezcales y mole; hasta un restaurante panorámico como Bura, con vistas de los acantilados y la bahía de Salsipuedes, que verdaderamente te dejan sin aliento.
Los platillos de este sitio tan elevando, a cargo del chef Adolfo Torres, saben a los pescados y mariscos del Pacífico, a las hortalizas que crecen en el valle de Guadalupe y a la sazón que los migrantes han aportado a la cultura de Ensenada.
Y para los desayunos está Arsénico, una especie de cabaña donde se promueve la cultura de respeto al producto, aprovechando en su totalidad la materia prima que ofrece la región, respetando sus ciclos de vida y temporadas, para poder brindar la mejor calidad y frescura.
Para los que buscan una inmersión más profunda, está la posibilidad de hospedarse en Cuatro Cuatros.
Hospedaje en Cuatro Cuatros
Como el desarrollo inmobiliario que es, el lugar cuenta con distintas casas, que podrás rentar para una estancia sumamente cómoda y a todo lujo. Claro, con posibilidad de que te enamores tanto que después quieras comprar. Estas propiedades son ideales para familias grupos de hasta seis amigos.
Ahora que su buscas algo más íntimo e inmerso entre los viñedos están unas elegantes cabañitas, estilo casas de campaña, que podrás ocupar solo o en pareja. Están diseñadas para ponerte en contacto directo con el entorno, sí, pero con toda la comodidad que esperas en tus vacaciones.
Qué hacer en Cuatro Cuatros
Si eres amante de la aventura, necesitas recorrer Cuatro Cuatros de una forma diferente y para ello, se ha desarrollado un catálogo de experiencias que seguramente te encantarán, entre las que se encuentran:
Un vuelo en helicóptero. Vuela sobre Cuatro Cuatros y el océano Pacífico o recorre el Valle de Guadalupe y disfrútalo desde las alturas, con esta espectacular experiencia de altura.
Paseo en velero. Recorre la bella bahía de Ensenada en un velero Beneteau Deportivo que cuenta con tres habitaciones y dos baños completos, cocina, comedor y sala e incluye algunas bebidas y alimentos ligeros.
Si buscas un poco más de acción, entonces te encantará el canopy que te lleva por panorámicas líneas de tirolesa a una velocidad y altura que resultan tan desafiantes como emocionantes.
Esto en el parque natural Desert Nest, que tiene el recorrido de 3.8 kilómetros conectados por cinco tirolesas con una duración aproximada de dos horas y media.
De vuelta a tierra quizá se te antoje recorrer los caminos y veredas de una reserva natural con agradable paseo a caballo y descubrir la belleza del paisaje desértico de Baja California, bueno pues Cuatro Cuatros te lo hace realidad.
Y para cuando llegue el momento de bajar las revoluciones, Cuatro Cuatros cuenta, también, con un Centro de Relajación que hará que te olvides del estrés cotidiano, descanses y mejores tu flujo de energía, regalándole a tu cuerpo los beneficios de un masaje o tratamiento en un espacio diseñado para que conectes con tu espíritu y tu piel.
Sí, no podían faltar las terapias a bese de vino, tampoco hay por qué olvidarnos por completo de esta bebida.
Una vuelta por Ensenada
Ahora que si quieres seguir dándole la vuelta al vino por un momento más, entonces quizá puedas ir desde Cuatro Cuatros a Ensenada, una ciudad con un ambiente pujante que se enorgullece de su herencia y muestra un rostro amable, al recibirte con una sonrisa, una gran comida o un refrescante trago.
¿Sabías por ejemplo, que hay quien aseguro que fue aquí, Ensenada donde surgió la Margarita hecha a base de tequila?
Bueno eso puedes descubrirlo o probarlo en el histórico Centro Cultural Riviera, uno de los atractivos más simbólicos de Ensenada. Una preciosa edificación de color blanco y techos rojos, rodeada de bellos jardines y áreas verdes, construida en los años 1930 como un casino.
El hermoso edificio de arquitectura morisca es sede de eventos, talleres y agrupaciones culturales en danza, ballet, teatro, literatura pintura, dibujo y escultura. Se encuentra en el Bulevar Lázaro Cárdenas, el presidente que lo cerró como casino.
Y si quieres probar una margarita diferente, está la Cantina Hussong’s, situada en la Avenida Ruiz 113 de Ensenada. Allí ofrecen una fantástica mezcla de tequila, triple seco y jugo de limón, donde además hay un ambientazo, con música y espectáculos típicos.
La comida, como en toda la región, es un deleite en Ensenada, podrás encontrar desde propuestas con un toque francés como en el icónico restaurante Rey Sol, hasta las famosas carretas de mariscos, como La Guerrerense.
Ensenada es, sin lugar a dudas, un punto de partida hacia muchas otras aventuras, desde parques naturales hasta la ruta del vino en sí misma. Así que bien vale la pena, una visita, una vez que se está cerca.
Por todo esto y más, Cuatro Cuatros es una opción que va más allá del vino en el lugar más paradisíaco de México para los wine lovers.