A unos cuantos pasos del Museo de Arte Moderno de Nueva York y la emblemática Quinta Avenida, se encuentra un ‘alojamiento de cristal’, el primer hotel de la legendaria casa de cristalería Baccarat que se une a la familia Preferred Hotels & Resorts, la marca de hoteles independientes más grande del mundo con más de 650 estancias en 85 países.
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Al adentrarte en las instalaciones de 12 pisos, será imposible no notar de inmediato el sello de la firma de cristalería en los candelabros que cuelgan en cada esquina del recinto. A 550 pies de altura, Baccarat Hotel se alza de manera imponente en la calle 53 oeste como un incipiente hot spot que debes visitar en tu próxima visita a Nueva York; por tal motivo, te presentamos cinco razones por las cuales se convertirá en tu hospedaje favorito.
Su diseño
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Sus interiores, firmados por los diseñadores Gilles & Boissier y arquitectura a cargo del estudio Skidmore, Owings and Merrill, son algo único de apreciar, pues combinan todo el savoir-faire de Baccarat con la modernidad de las últimas tendencias en diseño y decoración de interiores. En cada rincón podrás encontrar trabajos nunca antes vistos de la firma francesa, así como 17 candelabros, suntuosas alfombras, muros revestidos de seda trabajada a mano y suelos en mármol. Básicamente, toda un epítome del lujo.
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Sus habitaciones
114 habitaciones llenas de amenidades aguardan para que puedas disfrutar de ellas. Grandes ventanales, ropa de cama Mascioni personalizada, duchas de cristal y productos de belleza creados por el perfumista parisino Francis Kurkdijan, son sólo algunas de las comodidades que recibirás durante tu estancia.
Por supuesto, no puede faltar la firma de la casa de cristalería en el diseño mini bar con delicias de la casa gourmet Ladurée. ¿Tienes antojo de champagne? No te preocupes, en el teléfono encontrarás un botón especial para recibirlo en copas Baccarat.
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Su espacios gastronómicos
Hay algo a lo que los franceses llaman l’art de vivre y lo encontrarás en espacios como el Grand Salon del hotel, un lugar repleto de toda la magia cristalina de Baccarat, donde cada mañana encontrarás la más fina repostería esperándote en la mesas de mármol; por las tardes, una fiesta de botellas de champagne en una mesa plateada; y, durante las noches lo mejor de la coctelería servida en vasos de cristal.
En cambio, si buscas algo más tranquilo, se encuentra el salón Tea Afternoon, un complejo tranquilo y elegante con los mejores expertos en té.
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Inspirada en el director creativo más recordado de Baccarat, la sala Chevalier es un espacio para eventos privados diseñado por el artista neoyorquino Stephen Sills, quien llenó el recinto con tonos ambar y matte, suelo amaderado y decoración luminosa. El lugar puede ser ocupado por 120 invitados; si desearas algo más privado, la elegante Harmonie Room será la indicada.
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Su Spa
El primer spa en Estados Unidos de la firma francesa La Mer se encuentra en este brillante hotel. Cuenta con cuatro salas de tratamientos que ofrecen rituales revitalizadores y relajantes que podrás seleccionar y sumergirte en su arquitectura que evoca al Mediterráneo europeo.
Para complementar el spa, el lujoso salón de piscina aguarda elementos artísticos del pintor François Houtin y amplias camas para disfrutar de un completo día wellness.