Visitar Oaxaca es como viajar en el tiempo a un lugar más que antiguo, muy tradicional y auténtico, por eso, qué mejor que vivirlo esta experiencia desde un espacio que recrea y renueva la nostalgia, como lo es Casa RosaMate.
“Reemplaza los grandes hoteles y las multitudes de huéspedes por una estancia personalizada, íntima, y llena de confort”, se puede leer en la página de este lugar como una recomendación o como una promesa.
Casa RosaMate, tu hogar en Oaxaca
Rodeada de arte y naturaleza, en el corazón de la capital oaxaqueña, Casa RosaMate resaltaría solamente por su belleza arquitectónica, pero tiene además un inconfundible color rosa mexicano que hace que no pase desapercibida por nadie.
Cuenta con dos niveles, cada uno dispone de una pequeña área común que tienetodo lo indispensable para apoyarte en tu estancia.
El patio, amplio y acogedor, invita a tomar un descanso en sus hamacas que evocan las playas del estado con un piso arenoso. Pero también hay sillas tipo Acapulco que refuerzan el folclor de este espacio y salas distrinuidas en rincones estratégicos para mayor comodidad e intimidad.
Por supuesto, la tradición no está peleada con la modernidad y el Wifi está garantizado en toda la casa. Seguro estarás compartiendo muchas stories de este, tu instagrameable hogar en Oaxaca.
Casa RosaMate dispone en total de nueve acogedoras habitaciones: 3 King Size, 5 Queen Size y 1 con dos camas individuales. Dos de estos cuartos se encuentran comunicados entre sí y hay doy que ofrecen una pequeña terraza.
Se puede reservar una habitación, un piso completo, ya que cada nivel cuenta con área común, estaciones de servicio y amenidades o la totalidad de la casa para un grupo de amigos o familia más grandes. Pero si viajas en pareja o incluso solo, Casa RosaMate es un espacio ideal para conocer gente nueva, ya que sus espacios comunes invitan a la interacción.
“Rediseñamos la casa para que la habiten quienes estén abiertos a recoger y crear nuevas vivencias. A compartir y debatir ideas / filosofías en la sala, con la intención de que se sigan intercambiando posturas, recetas y experiencias entre quienes se reúnan aquí. Y que su periodo de estancia en este lugar y en Oaxaca les permita expandir sus horizontes y saber que siempre pueden volver casa”, escribió Luis Barragán sobre Casa RosaMate.