Estamos acostumbrados a maridar cualquier tipo de vino: tranquilo, espumoso, fortificado, blanco, tinto o rosado con cualquier platillo que se nos ocurra. Es uno de los placeres más grandes en la gastronomía, pero cuando se trata de maridar café, la práctica se vuelve menos común y sin embargo, es igual de exquisita.
En esta ocasión, Amado y Buna formaron una alianza estratégica para enseñarnos los principios básicos de maridar café, acompañado con lo mejor de la repostería artesanal del chef Miguel Gómez, jefe de la cocina en la pastelería ubicada dentro del Hyatt Regency Ciudad de México.
Dalia es el nombre del café usado para elaborar todas las bebidas de la muestra, su singularidad proviene del hecho de ocupar granos de tres lugares diferentes: Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Esta mezcla imprime en el café una personalidad fime, pero a la vez dulce, ideal tanto para los recién iniciados en la cultura cafetera, como para los expertos en esta tradición.
El chef Miguel Gómez, obsesionado con los detalles
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Para el primer tiempo, probamos un espresso de cuerpo cremoso y sabor a caramelo. El acompañamiento constó de un chocolate de avellana, eclair de fresa y croissant de almendras. Otros postres sugeridos para el espresso son el madeleine y la tarta de chocolate. Posteriormente, degustamos un pastel de sacher, relleno con bombón de chocolate y jalea de chabacano; naranja con chocolate y tarta de frambuesas. Lo empatamos con un café americano de cuerpo sedoso y aroma intenso.
A continuación vinieron las bebidas con leche. Para la tercera ronda tomamos un latte con sabor ligero a café y lo mezclamos con rol de canela relleno de arándanos, un chocolate pasión y el profiterol, muy popular en Amado. Para finalizar la experiencia, probamos un cappuccino de consistencia robusta y sabor inteso a café, a pesar del lácteo y la espuma. El maridaje fue una oreja caramelizada, pastel de zanahoria y canelle con dulce de leche.
Pastel de zanahoria de Amado
Buna no sólo es una empresa productora cafetalera, es un modelo de negocios que busca involucrar a todos los actores implicados en elegir un buen café: desde los pequeños agricultores mexicanos, hasta el consumidor final, ya que crean programas personalizados para que estos últimos elijan el producto que mejor se adapta a sus necesidades.
Amado es una de las reposterías con mejor reputación en la ciudad. Su nombre está inspirado en el poeta mexicano de apellido Nervo, de quien buscan retomar su espíritu romántico y clásico. En contraste, del arquitecto Luis Barragán incorporan el estilo modernista, presente en se juego de colores y formas.
Maridar café es una práctica que definitivamente debe retomarse más en el mundo culinario, puesto que es una experiencia inolvidable. Visita la página de Amado y Buna para más información.