Alea Tulum, un hotel imperdible para quienes buscan relajación y diversión

Hubo un momento en el que todo el mundo estaba obsesionado con Tulum, era el lugar al que ibas a buscar paz, conexión, descanso y los mejores beach clubs y todo cobra sentido una vez que estás ahí, es fácil perderse entre tanta arena blanca, aguas cristalinas, ruinas mayas y cenotes.

Pero creo que la verdadera magia es encontrar cierta vibra relajada que lograr armonizar con la exclusividad de una manera bastante auténtica y no puedo hablar por todos los hoteles grandes o pequeños del destino, pero sí de Alea, el último hotel que visité en Tulum.

Fotografías: Alea Tulum

Alea está ubicado en Tankah III y mucha de su belleza radica en que se trata de un hotel boutique caracterizado por muchas de las amenidades de los grandes resorts, con la pequeña gran diferencia de que el servicio es mucho más personalizado y funciona bastante bien cuando lo que quieres es desconectarte y no estar rodeado de demasiada gente.

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Apenas son 21 las habitaciones que conforman a Alea Tulum y todas ofrecen lo que más anhelamos cuando vamos a un destino de playa, tener una buena vista directa al mar.

Llegar a este pequeño hotel da esta sensación hogareña en donde no hay que aprenderse todo un mapa para poder llegar al restaurante o moverte durante minutos para tocar la arena, todo se siente cercano, incluido el servicio.

Ni siquiera tienes que caminar demasiado para vivir una experiencia que yo consideraría extrema y atractiva, a solo unos cuantos pasos está el cenote Manatí en donde puedes nadar con un cocodrilo bastante amigable.

Volviendo al hotel, su nombre es un tributo al Sol, aquella estrella cuya luz nos da vida, calor y al mismo tiempo nos brinda claridad, tranquilidad y alegría, un nombre bien elegido para la forma en la que podría describirse este destino.

Yendo a las habitaciones estas usan materiales nobles como madera Yanis, laja verde, piedra prehispánica y roca caliza, todo edificado de manera que su concepto sea actual y al mismo tiempo se sienta mexicano.

Todos los balcones tienen una vista hacia la playa y la alberca y si tienes la suerte que yo tuve de hospedarte en un penthouse tendrás tu propia terraza con tumbonas, mesa para un café matutino y tu propia alberca.

Dos conceptos del mismo grupo Nahuma se encuentra a pocos pasos, cada uno con su propia vibra que de alguna manera parece entretejerse con el resto: Nerea y Mereva.

Lo que sí es bastante diferente entre cada uno es su concepto gastronómico, que vale la pena mencionar son auténticos y deliciosos y se lo deben a la maestría del Chef Ejecutivo Carlos Peregrina.

En Alea está Tz’onot, cenote en maya, y sus platillos están basados en el respeto a los productos locales y la temporalidad, llevándonos por distintas cocinas del país, desde la barbacoa del centro, el ceviche del norte o el recado negro en Yucatán. Su mixología es igual de especial, así como el menú de vinos mexicanos para maridar.

Pero como dijimos hay dos hoteles más, cada uno con su propio concepto gastronómico. Mereva tiene BSKY que ofrece cocina a la leña, pizzas que no puedes no probar, carnes y pescados; y por otro lado está Umbal en Nerea, con una oferta mucho más fresca y también saludable, reduciendo el azúcar, gluten, grasas saturadas e incluso las carnes (por favor prueben la hamburguesa).

Alea Tulum
Nerea

Y ni hablar de la oferta de relajación y diversión, ya sea para los más aventureros con el equipo necesario para hacer snorkel, kayak, paddle board o quizá un masaje relajante en el muelle para quienes buscan algo mucho más tranquilo y energizante.

Otras de las grandes ventajas de Alea es su cercanía con algunos de los puntos imperdibles de la región.

Su muelle es el punto de salida de pequeñas embarcaciones que en unos cuantos minutos te pueden llevar a la famosa Zona Arqueológica de Tulum, una oportunidad maravillosa de ver su grandeza enmarcada por el azul cristalino del océano.

También pueden ponerte en contacto con expertos de la zona, como Caballito Tours, que te llevará a conocer algunos cenotes en donde nadar o si eres más extremo saltar desde 6 y 10 metros, solo procura caer bien porque hacerlo sentado es bastante doloroso.

Alea ofrece una experiencia completa para quienes buscan una combinación de diversión y relajación en Tulum, mismo caso para los hoteles hermanos, Mereva y Nerea que, aunque cada uno tiene un concepto único, todos se basan en la idea “warm hospitality people”.