En gustos se rompen géneros. Hay quienes coleccionan libros, tazas, prendas de vestir, llaveros, postales, accesorios, juguetes, lo que sea; la lista es infinita. Dentro de ellos, existe un pequeño porcentaje de personas que dedican su tiempo en recopilar katanas exclusivas. Sí, espadas Samuráis.
Este tipo de arma posee una hoja que suele medir entre 60 y 75 centímetros de largo, con una curva pronunciada, cuya finalidad es facilitar los cortes. Existen diferentes tipos de curvatura, entre las que se encuentran: Bizen-Sori, es más pronunciada cerca de la empuñadura; Yamashiro, la cuchilla se mantiene uniforme; y Sori, utilizada a partir del período Shinto.
Si te interesa la cultura asiática, sobre todo ‘el arte de finalizar un combate antes de iniciarlo’, que llevaban a cabo los antiguos guerreros de Japón, te dejamos tres de las espadas más singulares de dicha época.
Tentetsutou
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Conocida como ‘The Sword of Heaven’, fue creada por el maestro espadero japonés Yoshindo Yoshiwara. Única en su clase, representa el esplendor de la cultura japonesa; sin embargo, no es un sable cualquiera. La cuchilla está labrada con un fragmento del meteorito de hierro: Gibeon, que aterrizó en Namibia durante la prehistoria.
Honjo Masamune
Representa el shogunato durante el periodo Edo de Japón. En 1939, fue nombrada tesoro nacional, pero se mantuvo en el poder de Kii Tokugawa. Su último propietario conocido fue Tokugawa Iemasa, quien la entregó, junto con otras 14 espadas, a una estación de policía en Mejiro, en 1945. Hoy no se conoce su paradero; razón por la cual es uno de los objetos históricos más importantes que desapareció junto con el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Espada de Tomoyuki Yamashita
Durante su carrera militar Tomoyuki Yamashita tenía una espada con una hoja fabricada por el famoso Kanenaga Fujiwara. Fue entregada por Yamashita junto con su ejército en 1945 y, más tarde, la consiguió el general MacArthur (famoso estadounidense reconocido por sus hazañas en la Segunda Guerra Mundial).