Cuna de grandes firmas como Samsung o LG, a nadie sorprende que la tecnología tenga un papel protagónico en los Juegos Olímpicos de Invierno de Corea del Sur, específicamente de Pyeongchang.
Pero de ahí a imaginar un torneo de esquí entre robots desarrollados por varios equipos universitarios, hay una pequeña diferencia.
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Foto. ABC. El Ski Robot Challenge abrió una nueva ventana de entretenimiento para los Juegos Olímpicos.
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Ataviados con abrigos y pantalones de invierno, los androides de diferentes formas y tamaños tomaron la estación de esquí de Welli Hilli, un complejo turístico y deportivo en Hoenseong, a una hora de Pyeongchang.
Estaban equipados con sensores y cámaras para detectar los obstáculos en su camino y girar a medida que descendían la colina.
Los equipos obtenían puntos por el número de obstáculos librados y el mejor tiempo hasta la línea de meta.
Fue la semana del Ski Robot Challenge, en la cual se presentaron los mejores bots esquiadores para competir por un premio de 10 mil dólares.
Entre los requisitos para poder participar, estaban que las máquinas fueran capaces de pararse sobre dos piernas, tener articulaciones semejantes a codos y rodillas, contar con un sistema de energía independiente, medir más de 50 centímetros y tener esquís y bastones.
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Con este evento, Corea del Sur intentó demostrar su potencial en robótica, pero fue apenas el punto de partida de una carrera tecnológica que promete endurecerse en los próximos años, pues ya Japón anunció que en los siguientes Juegos Olímpicos de 2020 participarán más de 200 androides en diferentes actividades y disciplinas.
Además de los robots esquiadores, diferentes máquinas automatizadas han venido desempeñando distintas labores como recibir a los turistas, servir comida, limpiar y hacer de guías en el aeropuerto.