Se acabó la incertidumbre, será hasta el verano del próximo año cuando se lleven a cabo los Juegos Olímpicos de Tokio.
Este cambio se da de común acuerdo entre el Comité Olímpico Internacional y el gobierno de Japón, ante el impacto generado en la preparación de los atletas por la pandemia de coronavirus.
A través de una llamada telefónica, el primer ministro
japonés, Shinzo Abe, y el presidente del COI, Thomas Bach, junto con otros representantes
de las autoridades deportivas y políticas de Japón llegaron a esta decisión.
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Y es que más de un tercio de los deportistas olímpicos provienen de las naciones que hoy en día están más afectadas por el Covid-19.
La nueva fecha de lo Juegos Olímpicos de Tokio
Se pretende que los Juegos Olímpicos de Tokio tengan lugar
entre el 23 de julio y el 8 de agosto, mismas fechas que se tenían para este
año.
Sin embargo, esta información es todavía extraoficial y podría
variar.
Lo cierto es que, con esta decisión, se prioriza la salud de los posibles asistentes a los Juegos Olímpicos de Tokio y se procura que los atletas lleguen en óptimas condiciones a la justa deportiva.
Distintas federaciones deportivas y comités olímpicos
nacionales, como los de Estados Unidos y Reino Unido, habían pedido en los
últimos días el aplazamiento de los Juegos Oímpicos de Tokio 2020.
La misma petición hicieron, a través de sus redes sociales, reconocidos
atletas de distintos países.
Al final, su petición fue satisfecha. Ahora podrán seguir
con su preparación para tratar de llegar en las mejores condiciones a los
Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Complicaciones en puerta
La cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio hubiera causado
un aumento en la contracción del Producto Interno Bruto de Japón.
Esto al afectarse la confianza del consumidor y por la pérdida de casi 2 mil millones de euros ligados a la visita de los espectadores extranjeros, según algunas estimaciones de especialistas.
Sin revelarse la cantidad de turistas que se esperaban, se
dio a conocer que había alrededor de 7.8 millones de entradas vendidas, cerca
del 30% de estas en el extranjero.
Ahora, las complicaciones en puerta tienen que ver con la reprogramación de los viajes extranjeros, devoluciones en los casos que aplique, y el futuro de los habitantes que ya tenían comprados los edificios de la Villa Olímpica.
No se han estimado las pérdidas que podría traer el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio, pero es indudablemente una buena noticia que no se hayan cancelado.