Urwerk sorprendió al mundo cuando presentaron un reloj con aspecto de dinosaurio, este año lo volvieron a hacer cuando desvelaron el “UR-210 Clou de Paris”.
Por primera vez realzan y monitoriza la relación simbiótica entre el hombre y su reloj mecánico. El UR-210 se caracteriza por presentar la hora de forma atípica, como lo ha hecho anteriormente Urwerk.
El reloj destaca por su indicación tradicional de reserva de marcha, situada a la 1. Otro indicativo se presenta a las 11, una complicación única en el mundo que representa la eficacia de las últimas dos horas.
“El indicador se acercará a la zona roja para avisar que el roto automático no está cargando lo suficiente y que el reloj está funcionando con reservas de energía. Por el contrario, cuando esté en movimiento, el indicador apuntará a la zona verde”, según lo informa la propia manufactura suiza.
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El calibre es un UR-7.10 con una frecuencia de 28.800 vph. Tiene reserva de marcha por 39 horas y carga automática acoplada a turbinas.
La caja de acero (full Metal Jacket) y la correa tienen patrón guilloché, que le brindan encanto único; tiene un precio de 150 mil dólares.