Para los grandes conocedores y coleccionistas del mundo, The Macallan Adami 1926 tiene un significado de joya legendaria. Y ahora Sotheby’s ha anunciado la subasta de lo que muchos consideran el whisky escocés más codiciado del mundo, con un precio estimado de 1.4 millones de dólares.
Este whisky es tan famoso que tres variaciones de sus botellas han roto el récord en subasta de bebidas alcohólicas en 2018 y 2019, año en el que la misma casa de subastas vendió la botella por 1.5 millones de libras. Razón por la que se espera que la puja que tendrá lugar el próximo 18 de noviembre sea intensa.
De acuerdo con Johnny Fowle, jefe de bebidas alcohólicas en Sotheby’s, The Macallan Adami 1926 es el whisky que todo subastador quiere vender y todo coleccionista quiere poseer.
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The Macallan Adami 1926
The Macallan tiene un largo historial de barricas excepcionales y luego está la barrica número 263, llenada hace casi 100 años es considerada por muchos expertos como el whisky perfecto y el más valioso.
La destillería The Macallan había sido responsable de su propio embotellado durante seis años cuando se tomó la decisión de retirar este increíble whisky de 60 años de sus almacenes en 1986, pero eso no quiere decir que no fueran conscientes del tesoro que tenían en las manos. Tanto que se considero que el barril 263 era demasiado legendario para limitarlo a una sola presentación.
De las 40 botellas extraídas, doce fueron etiquetadas por el artista pop británico Sir Peter Blake, quizás mejor conocido por proporcionar la icónica portada del LP Sergeant Pepper’s Lonely Heart Club de The Beatles.
Mientras que otras 12 más fueron convertidas en una obra de arte de Valerio Adami, pintor italiano, nacido en Bolonia en 1935 relacionado con el movimiento de art-pop y obras con líneas limpias y colores de bloques más simples, esencia que traslado a la etiqueta de la botella The Macallan Adami 1926.
La botella subastada por Sotheby’s es precisamente la doceava de las 12 etiquetas de Valerio Adami, una auténtica rareza que además es la primera que ha sido reacondicionada por la destilería.
Es decir, que han realizado un reemplazo del corcho y del adhesivo que sujeta la etiqueta, lo que le da un toque de autenticidad y cuidado como una pieza de la historia de una de las destilerías más reconocidas y del whisky en general.