Un ambientalista en India hace ladrillos con los cubrebocas que desechamos

Al inicio de la pandemia, mientras estuvimos confinados, mucho se hablo de los beneficios ambientales que había dejado la baja en la actividad del ser humano.

Sin embargo, ahora pocos atienden una problemática tan preocupante como el incremento de los contagios que es la proliferación incontrolada de los cubrebocas que desechamos entre la basura con que contaminamos el planeta.

Y es que la vuelta a la nueva normalidad ha incrementado exponencialmente el uso de equipos de protección personal que se convierten en una imparable nube de desechos.

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Un nuevo uso a los cubrebocas que desechamos

Al respecto, según lo reportado por The Whashington Post, un innovador activista ambiental de la India parece haber encontrado una gran solución.

De nombre Binish Desai, este joven de sólo 27 años encontró la manera de utilizar las toneladas de cubrebocas que desechamos para convertirlos en algo, literalmente, más constructivo: ladrillos.

El también llamado “reciclador de la India“ es una especie de prodigio en la reutilización, al que le empezó a preocupar la alarmante cantidad de equipo de protección personal que se está desechando, hecho principalmente de plástico de polipropileno, una resina sintética que puede tardar cientos de años en degradarse.

cubrebocas que desechamos
Dr. Binish Desai Foto: Facebook

Los ladrillos que ha creado están hechos 52% a partir del material de los equipos de protección personal que desechamos, el cual se mezclado con papel usado y aglutinantes. La mezcla se prensa a mano en varios moldes y se obtiene un ladrillo que pesa cerca de 3 libras, el cual tiene un costo de producción menor a 5 centavos.

Para obtener los desechos, se asoció con docenas de hospitales y clínicas privadas, así como con organizaciones sin fines de lucro.

cubrebocas que desechamos
Foto: Facebook

De acuerdo con el citado diario estadounidense, Binish Desai ya ha logrado construir más de 40 mil ladrillos con los cubrebocas que desechamos y se prapara para alcanzar una producción de hasta 15 mil diarios.

Ojalá pronto alguna empresa se una y masifique esta producción para aprovechar el máximo de cubrebocas posible.

Afortunadamente no es la única cabeza que está pensando en qué hacer con la obscena cantidad de cubrebocas que desechamos, así que esperamos estar muy pronto reportando otros importantes avances al respecto.