Desde el lunes Donald Trump se encuentra de visita oficial en Reino Unido. Como es habitual, los mandatarios acostumbran a ofrecer distintos presentes por las atenciones recibidas.
En esta ocasión, el mandatario y su esposa eligieron como regalo para la reina de Inglaterra un broche de plata y seda de Tiffany & Co guardado en un joyero de madera con el logo de la Casa Blanca. El broche tiene forma de amapola y fue elegido para conmemorar el 75 aniversario del Día D. Otras fuentes señalan que la amapola también es el símbolo de los soldados caídos durante la Primera Guerra Mundial.
Para su esposo, el Duque Felipe, el regalo fue una chamarra oficial del Air Force One junto con una obra de literatura también de la autobiografía de James Doolittle.
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Por su parte, la Reina Elizabeth II eligió una valiosa obra de literatura que además es una primera edición de The Second World War escrita por Winston Churchill.
Para Melania Trump, el regalo elegido fue una hermosa caja de plata especialmente creada para la primera dama e inspirada en el Salón de la Música que se encuentra en Buckingham Palace. De hecho, la cajita cuenta también con los mismos detalles que la habitación posee en el techo.
Todos los regalos fueron muy bien pensados ya que en ambos casos tienen que representar la amistad que los dos países se profesan, al mismo tiempo que deben ser un guiño a algún hecho histórico.
Como dato curioso, y o hay ninguna confirmación al respecto, algunas fuentes señalan que Trump quería regalarle a Elizabeth II un pura sangre de Kentucky ya que conoce su devoción por los caballos, pero los expertos le recomendaron quedarse con el broche.