Revolucionario como siempre, Piaget da un nuevo giro, inesperado, a una de sus creaciones más clásicas: el Altiplano, y lo muda de las muñecas a los bolsillos de sus usuarios con una edición especial que celebra seis décadas de haber irrumpido en el mercado.
Y es que fue en 1957 cuando la relojera causó una revolución con un modelito que todavía hoy la mantiene claramente separada del resto, el que tiene que ver con lo ultra plano, es decir, un reloj con piezas cuyo grosor rebasa, apenas, en algunos casos, el grueso de un cabello.
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Limitado a 26 unidades, únicamente, el Altiplano 60th Anniversary Pocket Watch, lleva la sofisticación y delgadez de aquel guardatiempo de los años cincuenta a una edición especial de bolsillo que pende de una cuerda de ternero en color azul.
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Cromática que también invade la carátula, aunque diversificada entre tonos que van del cobalto al azul de medianoche.
Perfectamente combinado, el brillo del oro blanco en los bordes y otros detalles interiores van dando un toque todavía más sobrio y elegante a esta joya.
Tal es el caso de los delgados índices horarios y las esbeltas agujas tipo bastón, típicas de la colección Altiplano.
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El logotipo histórico de la marca, que decora el dial es un recordatorio del primer Piaget Altiplano y de las finas tradiciones relojeras de la casa, donde cada pieza es desarrollada, producida y decorada de forma manual.
Por si todo este detalle resultara poco para lucirse en persona, el Altiplano 60th Anniversary Pocket Watch, bien puede transformarse en un reloj de mesa cuando se coloca en el centro de un stand de marquetería azul salpicado con marcadores lisos.