Mucha veces hemos dicho que el mundo de la alta relojería se encuentra estrechamente ligado al del arte, pues muchas piezas son en sí mismas obras maestras dignas de un museo, este año Maurice Lacroix quiere dar un paso más y tras el éxito de su participación en la edición inaugural de TimeForArt en 2022, la marca de Franches-Montagnes se complace en anunciar su apoyo, una vez más, a la subasta benéfica bienal con un Masterpiece Skeleton único hecho en colaboración con el artista mexicano Rodrigo Hernández.
En los últimos años, Maurice Lacroix ha trabajado con varios artistas y expertos en diseño, como Jean Nouvel, Kris Van Assche y Patricia Urquiola, en esta ocasión la firma ha elegido a Hernández, reconocido en todo el mundo del arte por sus relieves de latón y bronce.
Al reinterpretar el MASTERPIECE Skeleton, el artista tuvo total libertad creativa para expresar sus propias ideas y crear una escultura relojera con los materiales que eligiera y el resultado ha sido esta obra de arte que se subastará como parte de The Phillips New York Watch Auction: XI en Phillips el 7 de diciembre a las 3:00 p. m. EST.
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Maurice Lacroix x Rodrigo Hernández
El filósofo mexicano David M. Peña-Guzmán planteó una pregunta: “¿Son los humanos los únicos soñadores en la Tierra?” esta fue la cuestión que resonó en la mente de Rodrigo Hernández y sirvió de inspiración para dar vida a esta obra sobre el Masterpiece Skeleton de Maurice Lacroix a la que nombró: “¿Con qué ojos?”.
En una caja de 43 mm la obra relojera profundiza en esta meditación filosófica con la representación cautivadora de dos monos mirándose el uno al otro, ejecutada en bronce artesanal, esta aleación de cobre y estaño se ha utilizado en la fabricación de estatuas importantes durante miles de años.
De acuerdo con Rodrigo Hernández el prefiere los materiales cuya firmeza y solidez puedan actuar en contraste con las ideas que intentan representar, por lo que el bronce fue perfecto para crear una pieza de arte destinada a hacer tic tac por muchos años.
“Se sabe que los monos están muy cerca de nosotros desde un punto de vista evolutivo, pero esta proximidad no hace que su mundo sea menos único. Tienen experiencias conscientes que son inherentemente subjetivas y difíciles de comprender por completo. Al pensar en otros animales, estamos sesgados por nuestros sentidos y, en particular, por nuestra visión. Así, al poner dos monos uno frente al otro, quiero pensar en el momento en el que dos iguales pueden verse realmente el uno al otro tal y como son, sin este sesgo mencionado anteriormente”
Rodrigo Hernández
El artista creó un molde que representa las cabezas de los monos, que representan el momento en el que dos iguales (la marca y el escultor) pueden verse realmente el uno al otro, este se usó para dar vida a la esfera al moldearse en bronce, posteriormente Maurice Lacroix, deseoso de perpetuar la tradición del métier d’art, grabó a mano la esfera y la colocó en la parte delantera del reloj.
Debajo de las agujas de las horas y los minutos, la rueda de las horas se abre libremente, situada en el centro de dos mundos, a saber, el de la marca del reloj y el del escultor. La caja de bronce yuxtapone superficies pulidas y cepilladas y le confiere un aspecto cálido y dorado y como toda obra de arte cuenta con la firma del artista a las 9 en punto.
En la parte trasera del reloj, un fondo de caja de acero inoxidable que incorpora un panel de cristal de zafiro permite ver el calibre de manufactura MASTERPIECE ML134, este movimiento de cuerda manual, presenta una platina de tres cuartos, que otorga rigidez torsional a la estructura esqueletizada y hace un lindo contraste acabado dorado arenado.
Como toque final para este Maurice Lacroix, Rodrigo Hernández seleccionó na correa de cuero trenzada a mano, acompañada de una hebilla de bronce.