Los satélites de Starlink, de Elon Musk, serán como un faro en el universo y harán mucho más que brindar Internet

Pese a los numerosos avances de la humanidad, y a una gran cantidad de contactos visuales con algunos fenómenos que el hombre ha catalogado dentro de la ufología, Starlink, la red de satélites de SpaceX de Elon Musk, parece que ha llegado para cambiar las cosas.

Si bien hasta el momento y a las nulas noticias de algún contacto oficial con alguna otra civilización intergaláctica más allá de las películas, el planeta Tierra parece ser invisible, al menos para los posibles seres que podrían también estar buscando vida en el cosmos.

Los científicos afirman que en la actualidad, si alguna inteligencia distante mirara en dirección a nuestro planeta, probablemente vería muy poca evidencia de que los humanos existen.

Ahora, luego de la puesta en marcha de la red Starlink de Elon Musk, que en breve comenzará a brindar servicio de banda ancha móvil a nivel mundial, sería la primera “megaestructura” de la Tierra, las cosas podrían comenzar a cambiar.

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De acuerdo al documento escrito por Zaza Osmanov, profesor de astrofísica en la Universidad Libre de Tbilisi, Georgia, la red Starlink podría ser el primer gran faro “para que el planeta sea visible desde el espacio profundo”.

El paper, titulado “De la megaconstelación de SpaceX-Starlink a la búsqueda de civilizaciones de Tipo I”, afirma que el enorme tamaño de Starlink podría dar a la Tierra una gran visibilidad.

El artículo de Osmanov fue aceptado para su publicación en el Journal of the British Interplanetary Society, y se puede acceder aquí.

De acuerdo al astrofísico, instrumentos como el Very Large Telescope (VLT) de Chile y el radiotelescopio FAST de China ya tienen suficiente tecnología para ubicar megaestructuras como Starlink en el espacio profundo.

En este sentido, Osmanov señala que, dado que la avanzada tecnología terrestre puede detectar actividad como la de Starlink en otros planetas, cualquier otra civilización con tecnología comparable o mejor, probablemente podría hacer lo mismo y, potencialmente, encontrar la Tierra en el proceso.

Osmanov estima que, en última instancia, Starlink podría ser visible para instrumentos como el VLT en planetas hasta 260 años luz de distancia, mientras que los instrumentos comparables al telescopio FAST probablemente podrían detectar la megaconstelación a 520 años luz de distancia.

Esto requeriría que Starlink se acelerara completamente, lo que probablemente tomaría una cantidad considerable de tiempo, pero podría ser una buena forma de confirmar la presencia de una civilización avanzada, en algún confín del universo.

La idea de que los humanos creen una megaestructura como Starlink invoca pensamientos como la escala de Kardashev, que refiere a cuán avanzada tecnológicamente está una civilización en función de la cantidad de energía que puede aprovechar.

Según la escala de Kardashev, una civilización de tipo 1 podría aprovechar toda la energía que cae sobre un planeta desde su estrella madre, el nuestro caso, el sol. Las de Tipo 2 y 3 son poseedoras de tecnologías mucho más avanzadas.

Y en ese sentido, Osmanov señala que los humanos, al menos por ahora, podrían considerarse una civilización de Tipo 0.7.

Starlink, más que un servicio de internet

Sobre Starlink, vale decir que es una empresa que nació como proyecto de SpaceX para la creación de una constelación de satélites de internet con el objetivo de brindar un servicio de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo costo.

En 2017, la compañía perteneciente al conglomerado de empresas de Elon Musk, completó los requisitos regulatorios para lanzar cerca de 12.000 satélites para mediados de la década que acaba de comenzar.

Si bien es conocido que SpaceX también planea vender satélites para uso militar, científico y de exploración, en noviembre de 2018, la empresa recibió la autorización del ente gubernamental estadounidense (FCC) para desplegar 7.518 satélites de banda ancha, que se sumarían a los 4.425 aprobados en marzo del mismo año.​

El desarrollo comenzó en 2015, pero se espera que el inicio de operaciones comerciales de la constelación comience en breve.

Vale decir que la investigación y desarrollo del proyecto Starlink tiene lugar en las instalaciones de SpaceX ubicadas en Redmond, Washington.