La magia del objeto

Daniel Liebsohn abrió su galería cuanto tenía tan sólo 18 años, tras vender los cuenta tiempos que había reunido desde su corta edad y el aprendizaje de su labor fue a prueba y error. “La primer pieza que compré fue un arbotante de cristal en La Lagunilla —explica Liebsohn—, lo conseguí con trabajos juntando mis domingos, y por cierto me di cuenta después de que por inexperiencia había comprado una pieza hechiza, armada de un candil.”, comenta con cierta nostalgia el anticuario.

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Cortesía

Como es conocido en México, cada año se reserva un espacio dentro del evento de Zona Maco dedicado específicamente al Salón del Anticuario, donde presentan piezas antiguas con gran valor tanto cultural como monetario. Daniel nos comenta al respecto: “Somos un país testigo de ejemplos de piezas únicas, debido al sincretismo vivido por los diferentes momentos históricos, por lo cual este evento se convierte en un punto de encuentro e interés internacional.”

El anticuario ve grandes oportunidades en el medio para los jóvenes gracias al boom que se dio en el arte contemporáneo, el cual se fusiona a su profesión y juntos exponen un pasado, el presente y lo futuro. “Recientemente adquirí una vajilla de porcelana del General Porfirio Díaz. Es inusual conseguir piezas históricas, me encanta cuando sucede, son los ejemplos narrativos de la vida íntima de toda una época, una historia contada a través de los objetos donde texturas y sabores hacían toda una experiencia.”

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Daniel habla de lo exclusivo que es cada objeto que capta su interés y aconseja: “La regla de oro sería que nunca dejen pasar la pieza que los cautivó, ya que todas son piezas únicas y lo más probable es que nunca más puedas volver a conseguirla.

Galería Daniel Liebsohn
Londres 161-49, Plaza del Ángel, Col. Juárez, Ciudad de México, 06600
Tel: 5525.2050
liebsohn.com.mx