“No veo la necesidad de retirarme siempre y cuando me lo esté pasando bien”… Reza una de las famosas frases de Stan Lee, uno de los personajes que marcó generaciones enteras con sus creaciones que, desgraciadamente hoy, fue el día en que se ha retirado esta estrella…
El adiós a una leyenda
A sus 95 años, el legendario creador de personajes como Spiderman, Ironman, X-Men y básicamente los héroes de Marvel que marcaron a muchos de nosotros, ha fallecido. Así lo ha dado a conocer a distintos medios la hija de Stan Lee.
Para quienes amamos los cómics y crecimos con ellos, pasamos de disfrutar sus historias plasmadas en una historieta, hasta sus famosos cameos que veíamos en las producciones cinematográficas de Marvel.
Stan Lee en The Avengers
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Stanley Martin Lieber, o como lo conocemos, Stan Lee, nació en la ciudad de Nueva York en diciembre del 1922. Su historia comenzó cuando prestó servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial escribiendo manuales y libretos para videos de entrenamiento.
Debes saber que fue una de las únicas 9 personas en el ejército en tener un cargo de “libretista”
El inicio de todo
Fue en el 1940 cuando consiguió un trabajo de ayudante en la editorial Timely Comics -hoy Marvel Comics- que en aquel entonces era propiedad de Martin Goodman.
A sus 20 años comenzó trabajando como guionista y fue gracias a un relato protagonizado por Capitán América que firmó bajo el seudónimo ‘Stan Lee’ que lo inmortalizaría.
Stan Lee llegó a considerar abandonar Marvel Comics, sin embargo su esposa fue la que le convenció de no hacerlo para que creara “el cómic que deseaba hacer”. De esta decisión fue que surgieron “Los cuatro fantásticos”.
Debido a su edad, ya sufría de distintas enfermedades en el último año, tales como neumonía y problemas de visión.
Esta mañana lo trasladaron en ambulancia al Centro Médico Cedars-Sinai donde finalmente perdió la vida.
“Mi padre amaba a todos su fans. Fue el mejor y más decente hombre” Comentó su hija.
Gracias por todas las historias y por todas esas emociones en cada personaje que creaste. Hasta pronto, Stan Lee…