A más de 30 años de su muerte, el rostro del genial pintor Salvador Dalí, se ha convertido en un icono de la cultura pop, gracias a la serie “La Casa de Papel”.
Hoy en día resulta difícil imaginarse a los protagonistas de la serie más popular de Netflix con otra máscara que no sea la del genial pintor español Salvador Dalí.
Y es que a más de 30 años de su muerte, el rostro del artista plástico se ha convertido en un icono de la cultura pop que lo mismo aparece en la televisión que en Internet o en una fiesta de disfraces.
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El éxito de “La Casa de Papel” ha llevado el rostro del para nada desconocido español de ojos grandes y bigotes alargados a cualquier lugar del mundo al que no hubiera podido llegar antes.
Ni Picasso ni El Quijote
Sin embargo, no fue
Salvador Dalí la única opción de los productores y por momentos, ni siquiera
fue la más viable.
De hecho, y como no podía ser de otra manera, es casi surrealista la historia de cómo terminó el rostro de Dalí caricaturizado en las máscaras de la banda de atracadores más famosa del mundo.
De acuerdo con el director de fotografía de “La Casa de Papel”, Migue Amoedo, en el guión se mencionaba que los asaltantes debían llevar una careta que tenía un aire a Dalí, pero que estuvieron barajando otras posibilidades.
Una opción, por
ejemplo, fue ocupar a Pablo Picasso y hacer máscaras cubistas.
Otra posibilidad era recurrir a la figura de El Quijote de Miguel de Cervantes, que representaba muchos valores muy españoles, al mismo tiempo que enfatizaba el empuje y la locura intrínseca en los personajes, explicó Amoedo, a través de la cuenta de Twitter de la productora Vancouver Media.
Al final, se optó por Dalí por ser este un personaje más moderno que el ideado por Cervantes. Se encargó una caricatura ex profeso para la serie y así nació el rostro que había de representar a muchos más que los personajes de “La Casa de Papel”.
La demanda de la Fundación Gala-Salvador Dalí
El siguiente
problema a librar fue una demanda por parte de la Fundación Gala – Salvador
Dalí encargada de fomentar, proteger y defender el legado e imagen del artista.
Para algunos, lo que se buscó fue dinero, para otros, era velar porque el recuerdo del genio no se vinculara con actos delictivos, ficticios o reales, porque se han dado ambos.
Lo cierto es que
la producción anticipó esto, pero, al tratarse de una caricatura, desestimó las
precauciones legales.
El resultado, a todas vistas, terminó siendo favorable a los productores que han roto récords de audiencia con la cuarta temporada ya de “La Casa de Papel”, cuyos personajes mantienen la imagen de Salvador Dalí como símbolo de resistencia.
El pez pequeño vs el pez grande
A decir de Álvaro Morte, quien encarna a El Profesor en la serie española, la careta de Salvador Dalí “significa el espíritu que encarna a la resistencia. Creo que mucha gente se ha enganchado a ‘La Casa de Papel’ por ese sentimiento que provoca que el pez pequeño puede contra el pez grande. Todos nos hemos sentido así en alguna ocasión y, para mí, más allá de las muchísimas cosas que significa, lo que más representa esta máscara es ese espíritu de resistencia que creo que todos deberíamos tener ante cualquier injusticia”.
Y así cada quien tendrá su opinión, lo cierto es que la serie es un fenómeno a nivel mundial y con ello la máscara un nuevo icono de la cultura pop.
Nada más queda
pensar, sabiendo lo afecto que era Salvador Dalí al dinero y la fama, lo mucho
que le hubiera gustado vivir y, sobre todo, capitalizar este momento.