De padres cubanos, nacido en Argentina, adoptado por Colombia y acogido con los brazos abiertos por Miami, Jorge Pérez se ha hecho un nombre en el mundo del Real Estate gracias a su gran olfato para la elección de terrenos y proyectos.
A México llegó en 2008 para desarrollar Icon en Puerto Vallarta, un condominio de lujo diseñado por el francés Philippe Starck que resultó todo un éxito. Ahora, su mirada está puesta en Cancún con el desarrollo SLS Cancun Hotel & Residences en colaboración con el hotelero Sam Nazarian y los desarrolladores mexicanos Roberto Kelleher y Antonio Elosúa González.
El nuevo desarrollo tiene la firma del diseñador italiano Piero Lissoni, quien le ha dado un estilo de gran lujo, pero con un twist tropical para hacerlo ad hoc al lugar de playa.
“Me encantó el proyecto desde el principio. Cancún no sólo está conectado con casi cualquier parte del mundo gracias a su aeropuerto, sino que también es un proyecto que aunque está metido en la zona hotelera es más residencial, y también va a contar con zona de shopping, cancha de golf y marina”, señaló Pérez al mismo tiempo que destacó que es un proyecto de nivel internacional hecho para un mercado local, nacional e internacional.
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El desarrollador destacó también que sin haberlo publicitado, ya cuentan con 90 reservaciones. “Hasta ahora todo ha sido de palabra y ya tenemos a muchos interesados”, dijo.
Cuando se le pregunta a Pérez por su llegada al mundo del Real Estate uno pensaría que el dinero fue un gran motivador. Nada más lejos de la realidad, uno de los latinoamericanos más influyentes del mundo eligió este camino por la posibilidad de creación que le ofrecía. “Lo que me lleva el real estate es la creación. Nunca quise estar en un negocio donde lo que tu haces desaparece. El Real Estate es algo que creas, que tiene permanencia y eso lo vas viendo y es muy lindo y que quede para el resto de mi vida y las próximas generaciones.”
Foto: Eric Blanc / Peninsula Tres
Además, Jorge Pérez es conocido por ser un gran coleccionista de arte y el mismo museo de arte de Miami recibe su nombre, se trata del Perez Art Museum construido en 2003 por los arquitectos Herzog & de Meuron. “Yo siempre he sido una persona muy visual. Siempre me encantó el arte, ver cosas lindas”, explica mientras señala que nunca fue un creador pero tuvo la fortuna de rodearse de gente inteligente y de reconocer el verdadero talento en un creador. “Yo los dejo hacer pero les doy la dirección que necesitan para crearnos el producto y les sigo comentando y arreglando lo que van haciendo. Soy un mentor, un colaborador y un maestro en algunas cosas.”
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Casado en segundas nupcias y con tres hijos, según cuenta Pérez ya no es tan obsesivo con el trabajo y se permite llegar a las 10 a la oficina después de haber estado leyendo desde las seis de la mañana toda la actualidad informativa. A las seis de la tarde termina su jornada laboral y se encamina a jugar al tenis durante hora y media porque es una de sus grandes pasiones. Tras una intensa partida, regresa a casa para hacer las tareas con su hijo menor y después ver una película con su esposa. Soy un fanático del cine -explica- creo que he visto todas las películas buenas que se han hecho. Tras el cine le quedan fuerzas para leer novelas de ficción -en la actualidad está leyendo a Henning Mankell porque el género noir le fascina-.
“Me encanta vivir y participar en la vida. La vida es preciosa. Lo que uno puede hacer todos los días es algo increíble. Levantarse, leer, hablar con los amigos, ver la luz. Todos los días tienen algo especial. Además, he llegado un punto en mi vida muy especial porque puedo hacer lo que quiero hacer”, explica el latinoamericano más rico de los Estados Unidos.