112 años han pasado desde el hundimiento del Titanic y este continúa siendo una tragedia recordada por todo el mundo, la curiosidad que genera este acontecimiento ha sido tal que aún después de un siglo todo alrededor del naufragio sigue siendo sorprendente.
El ejemplo más reciente es un reloj de oro de bolsillo que se vendió recientemente en una subasta y alcanzó alrededor de 1.175 millones de libras esterlinas, un récord para cualquiera de los artefactos del Titanic.
La lujosa pieza pertenecía a John Jacob Astor IV, un magnate de los negocios, promotor inmobiliario, inversor, escritor y teniente de guerra que era mejor conocido como el pasajero más rico a bordo del RMS Titanic y se creía que era una de las personas más ricas de todo el mundo con un patrimonio de 87 millones de dólares.
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Saltemos hasta el día del hundimiento, el 14 de abril de 1912 a las 23:40 cuando el Titanic chocó con el iceberg y empezó a llenarse de agua. Astor no creía que la embarcación estuviera en peligro, aun así durante la evacuación ayudó a su esposa a subir a un bote salvavidas después de que el oficial a cargo no le permitiera subir hasta que todas las mujeres y niños se hubieran ido.
El millonario se lo tomó con bastante calma y encendió un cigarro junto al autor Jacques Futrelle. Su esposa sobrevivió, mientras que los últimos dos no lo hicieron.
John Jacob Astor IV fue encontrado el 22 de abril no muy lejos del humiento, fue identificado por las iniciales cosidas en la solapa de su chaqueta y entre sus pertenecías se encontraban unos gemelos de oro con diamantes, un anillo con tres diamantes, bastante dinero en efectivo y el reloj de oro.
Este era un reloj de bolsillo Waltham de 14 quilates y 17 joyas con el grabado en la caja JJA. La pieza fue completamente restaurada después de ser devuelta a la familia del coronel Astor, siendo una de las piezas más importantes de la historia de la relojería relacionada con el barco más famoso del mundo.
El lote también incluyó una copia de una carta de Madelaine Astor a William Dobbyn en relación con su difunto marido, una copia de una fotografía de Vincent Astor con inscripción personal de William Dobbyn IV, retratos en miniatura originales del siglo XIX de William Dobbyn I y su esposa y una valoración de Ken Schultz, considerado una de las principales autoridades mundiales del Titanic antes de su muerte en 2006.
El reloj fue adquirido por un coleccionista estadounidense por 1.175 millones de libras esterlinas, convirtiéndose en la pieza de recuerdo del Titanic más cara vendida en una subasta. El récord anterior lo estableció un violín que se vendió por 1.1 millones de libras esterlinas también en Henry Aldridge & Son en 2013.