Si al escuchar coñac Louis XIII piensas en lujo y exclusividad, pero aún no estás seguro de cuáles son las razones de esta asociación, debes seguir leyendo pues aquí estamos para ayudarte a aumentar tus conocimientos en torno a esta icónica y vaya que histórica bebida francesa.
Y esque este coñac es una celebración en todo sentido, desde la construcción y autenticidad de su decantador, la composición de su mezcla y hasta el ritual que debe seguirse al servirlo, para crear así toda una experiencia y elevar todos los momentos.
Fotografías: Louis XIII
¿Qué hace tan valioso al coñac Louis XIII?
Comencemos por la razón más obvia, historia detrás de esta bebida francesa, Louis XIII posee un legado que se remonta al año 1874, mucho antes incluso de que el coñac o cognac fuera considerada una bebida con denominación de origen. Desde su inicio se le relaciono con la realeza y las grandes cortes.
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Nombrado en honor al rey Louis XIII, en su momento era tan exclusivo que solo si formabas parte de la realeza europea eras digno de tomarlo. Por suerte los tiempos cambiaron y ahora todos podemos disfrutarlo, pero eso no impiden que mantenga esa atmósfera especial.
Fotografías: Louis XIII
Otro de los factores que influye en el valor y que va ligado con su legado, es el líquido como tal, y esque este destilado nace de un diálogo centenario protagonizado por una generación de maestros que heredan sus conocimientos y creaciones a la siguiente generación, preservando las eaux-de-vie en las barricas de roble francés, con más de cien años de antigüedad, llamadas tierçons que son las encargadas de aportar esa riqueza y variedad de aromas que lo caracterizan.
La elegancia y artesanía de su composición se traslada a su decantador, el cuál desde hace siglos se ha distinguido por ser de cristal soplado por los más expertos artesanos, usando cristal Baccarat, así como un cuello de botella rodeado por un anillo de oro de 21 quilates. El diseño del decantador hace referencia a una antigua ánfora de metal hallada en el campo en 1850 y adquirida por Paul-Émile Rémy Martin como una antigüedad.
Cada decantador del coñac Louis XIII es único, pues es numerado y soplado de manera individual, así como forjado por las manos de 11 artesanos expertos, con detalles que reflejan su legado y maestría, además cada uno viene acompañado de un exclusivo tapón, también de cristal, en forma de flor de lis, la cuál está elaborada tan artesanalmente que solo corresponde al decantador para el que fue creada.
Podemos resumir que en sí el coñac Louis XIII es tan valioso por ser toda una experiencia de celebración en cada parte, desde su elaboración hasta el momento de servirse en copas de cristal, para ello la casa francesa recomienda tener el primer acercamiento poniendo una gota de coñac sobre los labios para preparar el paladar, permitiendo que las sensaciones se intensifiquen gradualmente.
Es en este momento, donde se revelan sus notas, que abarcan desde lo floral y lo ligero hasta lo intenso. Para después seguirlo disfrutando y desplegar sus inconfundibles notas de mirra, miel, rosas secas, ciruela, madreselva, habanos, cuero, higo y maracuyá y así transformar cada sorbo en una celebración de elegancia y sofisticación con la que se puede descubrir un mundo de lujo incomparable.
Para descubrir más detalles que hacen realmente único al coñac Louis XIII así como conocer las ediciones especial, llenas aún de más lujo, con las que cuentan año con año visita su sitio web oficial.