Imagina que estás por comprar una casa nueva y que en el habitual recorrido que se hace para mirar un prospecto te encuentras con que además de estar bien ubicada y conservada tiene un detalle que la hace única. Y no hablamos de un enorme árbol o de un jardín hermoso, sino de algo tanto o más valioso que la propiedad en sí, algo como el único mural de techo pintado por Caravaggio que se conoce hasta hoy.
Sí, en definitiva pareciera que nos fuimos demasiado lejos con esto último, pero es tan posible que, de hecho, en el Casino di Villa Boncompagni Ludovisi, mejor conocida como Villa Aurora hay una propiedad que en 1597 fue decorada por el pintor barroco Michelangelo Merisi da Caravaggio.
La única pintura de techo conocida de Caravaggio
Villa Aurora fue construida a finales del siglo XVI por orden del cardenal Francesco Maria del Monte. A finales del siglo XIX, toda la finca fue vendida al gobierno de la ciudad y la mayoría de los edificios fueron destruidos para dar paso a la Via Veneto, dejando a la villa como su último vestigio.
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Del Monte, que fue uno de los primeros patrocinadores del pintor, le encargó a Caravaggio pintar a Júpiter, Neptuno y Plutón de 2.75 metros de ancho alrededor de 1597. Los tres representan a los dioses más importantes, cada uno identificado por sus respectivas bestias –el águila de Júpiter, el hipocampo de Neptuno y Cerberus, el perro de tres cabezas de Plutón-.
La escena tiene símbolos de la alquimia, algo que encantó al cardenal, Júpiter representa azufre y aire; Neptuno es mercurio y el signo de agua; y Plutón hablan de sal y tierra.
Debido a que la obra se hizo en pintura el óleo en lugar de pigmentos a base de agua sobre yeso fresco, no es un fresco, sino una pintura de techo.
Otras pinturas valiosas se encuentran en la propiedad, varias están incrustadas en la arquitectura como el mural de Caravaggio y un fresco en el techo de la sala central que fue pintado en 1621 por otro barroco italiano, Guercino y representa a la diosa Aurora.
La propiedad de 2,800 metros cuadrados se subastará el próximo 18 de enero y según La Repubblica su venta es parte de una disputa de herencia en curso tras la muerte del propietario, el príncipe Nicoló Boncompagni Ludovisi.
El precio inicial será de 471 millones de euros, que se traduce en aproximadamente 547 millones de dólares. Aunque suena elevado, la verdad es que es una ganga si se toma en cuenta que la pintura por sí sola ha sido valorada en 360 millones de dólares según el profesor de arte Alessandro Zuccari