Se fue Ennio Morricone y con él algunas de las melodías más famosas del cine

Ennio Morricone, quien dedicó su vida a ponerle música al cine, provoca hoy, en esta industria, un profundo y respetuoso silencio con su muerte.

Y es que el músico ganador del Oscar creó grandes piezas que, en algunos casos, son más recordadas que las películas de las que formaron parte.

En total, fueron alrededor de 500 composiciones generadas por el italiano que dejó este mundo con más de 90 años.

Breve biografía de Ennio Morricone

Nacido en Roma, Ennio Morricone​, compositor y director de orquesta, se convirtió en uno de los personajes más emblemáticos de la historia del cine, pese a no haber salido nunca a cuadro, en ninguna de las películas en las que participó.

Se hizo acreedor a un Oscar honorífico en 2006 por su prolífico trabajo y ganó la estatuilla por la Mejor banda sonora en 2016, con la cinta “The Hateful Eight” de Quentin Tarantino.

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Además, ganó tres Globos de Oro, seis Premios BAFTA, dos Grammy y 10 veces el David de Donatello (algo así como el Oscar italiano), así como el Premio de Música Polar en 2010, considerado éste último como el Nobel de la música.

En 2020, le fue otorgado el Premio Princesa de Asturias de las Artes, compartido con el también compositor John Williams.

Sus obras más famosas

Comporitor, también, de piezas sinfónicas y corales, las obras de Ennio Morricone se incluyen en más de una veintena de largometrajes que han sido galardonados.

Sus composiciones fueron un elemento clave del género conocido como spaghetti western, que se popularizó en las décadas de los sesenta y setenta.

Destaca el trabajo que hizo a la de su amigo Sergio Leone en filmes como: “Por un puñado de dólares” de 1964; “La muerte tenía un precio”, de 1965; “El bueno, el feo y el malo” de 1966 o “Hasta que llegó su hora” de 1968.

No obstante, su obra se extendió a multitud de géneros, de la mano de los más renombrados directores como Roland Joffé, Giuseppe Tornatore y Brian de Palma y, por supuesto, el ya mencionado Tarantino, quienes lo hicieron uno de los compositores, no solo más prolíficos, sino más versátiles de la industria cinematográfica.

Una de las cualidades más aplaudidas de Morricone es que era capaz de generar melodías únicas a partir de muy pocas notas, como aquellas interpretadas con una armónica en “Once upon a time in America”.

Entre las muchas otras obras por las que será recordado Morricone están sus composiciones para “Days of Heaven” de 1978, “La misión” de 1986 o “Cinema Paradiso” de 1988, así como “Los Intocables” que fueron catalogadas como auténticas obras maestras.