¿Quién no ha escuchado alguna vez sobre esa extraña relación entre los martes y el número trece, que evoca a la mala suerte?
Los orígenes de esta creencia son tan variados como antiguos, apenas recordados, pero siempre respetados por supersticiosos y temerosos que prefieren no correr riesgos.
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Sin embargo, más allá de un debate sobre lo que ha sostenido esta idea, te presentamos algunas de las cábalas que han dado suerte a millonarios y grandes personajes a lo largo de la historia.
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Sí, todos ellos, exitosos combatientes de las leyes del destino que fincaron sus logros en el talento, pero que jamás dejaron de temerle al azar.
Ejemplos de estos crédulos encontramos en todas las esferas de actividad y niveles sociales, desde generales como Napoleón que pedía a gritos “generales con suerte”, hasta actores como Tom Cruise, quien siempre actúa con un pañuelo anudado en el bolsillo.
En RRMX recuperamos algunas de las cábalas de ciertos grandes personajes que te encantará descubrir y por qué no, quizá imitar.
En el deporte
El béisbol es tal vez uno de los deportes que más cábalas presenta antes o durante cada partido: peloteros que no cambian de bate o salen al terreno sin su guante, que no lavan el uniforme o no se afeitan o se cortan el pelo.
Se dice que, en la Serie Mundial del 2004, los jugadores de los Astros de Houston se dejaron crecer la barba buscando suerte. Mientras que, en el 2007, los peloteros de los Mets se raparon la cabeza esperanzados en que les fuera mejor.
En el fútbol, el multi premiado Lionel Messi, sale último del túnel de vestuario, lo mismo que hacía Ronaldo, quien, además, tomaba el balón con las dos manos, daba tres pasos para atrás, abría las piernas y daba un largo respiro al mirar fijamente el esférico. Finalmente, Beckham acomoda todas sus cosas en pares.
Históricos y políticos
En el terreno sociopolítico, se sabe que Alejandro Magno visitó un oráculo para que le confirmara sus designios, así como que Hitler recurría a asesoría astrológica para saber cómo actuar. Lo mismo hizo Franklin Roosevelt, algunos años después.
Abraham Lincoln, según reporta Forbes, soñó situaciones que le prevenían de lo que iba a suceder.
Y hasta Barack Obama juega basquetbol en jornadas electorales como un acto que le ayuda a no perder.
Por otra parte, se rumora que la Reina Sofía acostumbra lucir pulseras y collares con ojos turcos, empleados para proteger del mal de ojo.
Empresarios
Se dice que hasta una de las más grandes mentes del siglo XX se dejó intimidar por la suerte.
Hablamos de Steve Jobs, quien tenía una colección de suéteres oscuros de Issey Miyake y usaba uno diferente cada día para evitar, quizá, que su suerte fuera negra.
Además, el nombre de su obra magna, su empresa: Apple, le fue revelado, prácticamente, a través de una epifanía.
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Estrellas del entretenimiento
Roja y dorada, existe una sortija de la que Penélope Cruz no se separa, es una suerte de amuleto para ella que ha lucido en entregas de premios, campañas publicitarias de moda y para recibir su estrella en el Paseo de la Fama.
El actor Richard Gere luce en muchas ocasiones un rosario budista anudado en su muñeca a modo de brazalete.
Finalmente, el legendario guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, tiene una cábala gastronómica muy especial: comer pastel de papas justo antes de subir al escenario a tocar.
Esto es sólo una muestra de las muchas supersticiones que rodean a personajes cuya suerte parece estar asegurada.
Y el martes 13 nos pareció el marco ideal para recordarlas. Tú, ¿crees en la mala suerte?