Día de Muertos es una de las celebraciones más folclóricas que nuestro país tiene el orgullo de celebrar; sus colores, aromas y sabores son un referente de nuestra cultura. Así, los primeros dos días de noviembre son momentos ideales para recordar que la gastronomía mexicana es un auténtico regalo.
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Si estás en búsqueda de un rincón culinario para darle a tu paladar una explosión de sabores tradicionales de esta maravillosa festividad, te presentamos estas opciones para pasar un inolvidable Día de Muertos.
Restaurante Moxi, San Miguel de Allende
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Si piensas salir de la ciudad, un destino Patrimonio Cultural como lo es San Miguel de Allende, seguro cumplirá todas tus expectativas gracias a la enorme cantidad de desfiles, eventos especiales y exposiciones que durante estos días ofrece para los turistas.
Respecto a la oferta gastronómica, te sugerimos ampliamente el Restaurante Moxi dentro del Hotel Matilda. El 2 de noviembre su Cena Negra es imperdible; con el chef Eduardo García del restaurante Maximo Bistrot en la colonia Roma, el menú de la noche promete ser una maravillosa fusión de sabores nacionales e internacionales, uno de los platillos estrella será el camote con macadamia rostizada y manzanilla.
Para completar la experiencia la artista mexicana Betsabeé Romero, de estilo sumamente colorido y tradicional, exhibirá algunas piezas exclusivas para la cena. Sus famosos candelabros y diseños especiales adornarán el lugar para transformarlo en un lugar digno de una velada mágica.
Aldama 53, Zona Centro
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Dulce Patria, Polanco
Este lugar recupera toda la esencia de las festividades mexicanas en la decoración de sus interiores y la presentación de los platillos, de tal forma, comer aquí no sólo es una experiencia para el gusto, también para la vista.
En un espacio donde predomina el vivo color rojo, la cocina de la chef Martha Ortiz brilla con luz propia gracias a su inspiración proveniente de tradiciones y costumbres de nuestro país. Si piensas comer aquí el 2 de noviembre, puedes estar seguro que no faltarán las flores -tan características de Día de Muertos- pues en cada uno de sus platillos estas ocupan un papel muy especial.
Tienes que probar el Mole Dulce Patria, un absoluto festival visual de color rosa que recuerda al papel picado y a las ofrendas de esta festividad; se trata de el tradicional platillo mexicano con algunos originales ingredientes extras como vino blanco, piñones rosados y pulque, decorado con pequeña florería comestible. Podrás maridarlo con alguno de los vinos de su vasta enoteca.
Anatole France 100, Polanco
Guzina Oaxaca, Masaryk
Con un elegante encanto oaxaqueño, puedes pasar una tarde agradable y enamorarte de la arquitectura del lugar en la que el interiorismo corrió a cargo de expertos como Raúl Cabra y Silvia Juárez. Por otro lado pinturas de Amador Montes y escultruas de Omar Hernández resultan la decoración perfecta.
El chef Alejandro Ruíz será el encargado de deleitar tu paladar con platillos cocinados al momento, con ingredientes frescos y de primera calidad; mezcal completamente oaxaqueño. agua fresca de maniantal y cervezas artesanales son algunas formas en las que Guzina Oaxaca consiente a sus comensales.
Para una comida que haga honor a la celebración de los muertos puedes probar su mole amarillo con cabrito, o bien, su variedad de tamales con sabores de mole negro, amarillo con pollo y frijol con hoja santa. De postre el tamal dulce de calabaza con frutos secos y helado de manzanilla será una verdadera delicia.
Masaryk 513, colonia Los Morales
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Restaurante El Cardenal, Hotel Hilton
Quien visite o viva en la Ciudad de México, debe tener alguna de las sucursales de El Cardenal como parada obligada y es que se trata de uno de los puntos culinarios más interesantes y tradicionales de la capital, con platillos inspirados en los mercados, plazas y la vida provinciana en México.
El que se ubica dentro del Hotel Hilton goza de un estilo cálido y servicio inigualable. De su menú son memorables los escamoles al epazote, no obstante, para esta temporada en la que la comida debe ser colorida y recordar a las ofrendas de Día de Muertos, su calabaza de castilla es una muestra excepcional de su gastronomía.
Av. Juárez 70, Hilton México
Catamundi, Polanco
Cuando hablamos del 2 de noviembre, no podemos omitir el clásico pan de muerto, si buscas este tradicional representante de la repostería mexicana para pasar una tarde tranquila, Catamundi es un espacio ideal para ti.
La cocina dirigida por Pablo Carrera se posiciona como una opción íntima y relajada. Para esta temporada, el pan de muerto se encuentra disponible en versiones individuales y para compartir en su presentación azucarada o -para los amantes de lo dulce- rellenos de nata, cremoso de matcha o dulce de leche con pequeños churros; acompáñalos con un delicioso chocolate caliente de la casa.
Alejandro Dumas 97 B, Polanco